En el último episodio se produjeron enfrentamientos entre jóvenes de etnia kazaja y uigur en la frontera con China. Las autoridades restan importancia al incidente, pero la división entre las distintas nacionalidades es cada vez mayor. Recientemente, también hubo riñas entre los kazajos y la minoría dungana. El grupo mayoritario apoya el concepto de la "soberanía kazaja".
Moscú (AsiaNews) - Los enfrentamientos en las calles agitan la ciudad kazaja de Pidzim, en la provincia de Panfilovo. Las autoridades locales aludieron a "una pelea entre jóvenes" que comenzó la noche del 28 de octubre con enfrentamientos verbales y terminó en una reyerta con el uso de palos y armas improvisadas. Sin embargo, en una reunión de la asamblea municipal quedó claro que se trataba de un verdadero conflicto interétnico.
La asamblea de la comuna fue transmitida por Radio Azattyk. Los vídeos tomados por los presentes muestran a uno de los muchachos desplomándose en el suelo. Según explicó la policía, la víctima fue trasladada de urgencia al hospital, donde fue sometida a una neurocirugía. El gobernador provincial (akym), Talgat Umraliev, aseguró que el joven de 16 años estaba estable, y "sus brazos y piernas quedaron intactos". Un hombre de 53 años, que intervino para calmar la situación, también recibió golpes y fue hospitalizado con heridas leves.
El joven herido procede de una familia kazaja, lo que habría provocado la reacción de otros habitantes de etnia uigur. El grupo de agresores se dispersó de inmediato, pero durante la noche hubo varios actos de vandalismo y un incendio intencional en una casa particular de Pidzim. Sin embargo, la policía sostiene que el incendio "no tiene nada que ver con la paliza previa" al incidente.
Pidzim se encuentra a 15 kilómetros de la frontera china. La localidad cuenta con 12.000 habitantes: 7.000 kazajos y 5.000 uigures, casi todos dedicados a la agricultura. El nombre del pueblo proviene de la lengua uigur y significa "pueblo principal". Los uigures se instalaron en la zona en la época soviética, y ahora se está produciendo una transformación social.
Durante la asamblea comunal, frente a las autoridades y la policía, los vecinos dijeron que "el conflicto no nació ayer, la juventud lleva mucho tiempo dividida entre las diferentes nacionalidades". Los habitantes piden al gobierno local que establezca una verdadera política de tolerancia. Con la reunión, las autoridades procuraban calmar los ánimos, pero los vídeos dan a entender que la situación sigue siendo muy tensa. Varios habitantes piden que se cambie el nombre de la ciudad y de las escuelas locales.
La escuela principal lleva el nombre de Abdullah Rozybakiev, un político uigur de la época soviética y héroe de la revolución. Una de las principales calles de Almaty también honra su nombre. Los ancianos del pueblo pidieron "no castigar a nadie" para no empeorar la situación, pero sí empezar a educar seriamente a los alumnos en la convivencia civil.
El 29 de octubre se reunió la Asamblea Popular de Kazajistán (APK), creada y dirigida por el ex presidente Nursultán Nazarbáyev para aumentar "la eficacia de las relaciones recíprocas entre las instituciones estatales y sociales en el ámbito de los lazos interétnicos". La APK debatió un informe sobre los acontecimientos en Pidzim, presentado por un representante de la administración local. Maya Bekbaeva declaró que "no hubo ningún conflicto entre los habitantes del pueblo". Bekbaeva hizo acusaciones genéricas, refiriéndose a las "provocaciones" que habrían caldeado los ánimos de algunos jóvenes. Éstos luego "comenzaron a lanzar piedras, rompiendo las ventanas de algunas casas y coches sobre la carretera". La policía está llevando a cabo investigaciones contra sujetos no identificados, por "daños a la salud de dos o más personas" y por "vandalismo en grupo", pero hasta el momento no hay detenidos.
En una entrevista con Azattyk, el sociólogo kazajo Serik Bejsembaev afirmó que "los que ocultan su enfermedad están condenados a perecer", y recordó que recientemente se habían producido incidentes similares al de Pidzim en las provincias de Almaty, Zamblisk y Turkestán: todas peleas callejeras que degeneraron en enfrentamientos interétnicos. En su opinión, "en Pidzim hubo una clara movilización grupal entre kazajos y uigures, pero siempre tratamos de ignorar el problema, asignándole un carácter neutral y trivial. Bejsembaev explica que "en tanto no nos ocupemos realmente de la situación y no hagamos una evaluación completa y detallada de estos conflictos, sin duda aumentarán".
El pasado mes de febrero, 11 personas murieron en la provincia de Zamblisk en un enfrentamiento entre kazajos y dunganos, otra minoría china de habla turca que es musulmana, como los uigures. Bejsembaev advirtió que "ni las autoridades ni los ciudadanos han aprendido la lección, a pesar de esa tragedia". En las redes sociales, el 90% de los comentarios sobre estos acontecimientos apoyan la idea de la "soberanía kazaja", según la cual "las personas de diferentes etnias deben aprender cuál es su lugar y atenerse a ello".