Papa: la Iglesia no debe servir al dinero, sino cultivar la confianza en el Dios que da todo

Advertencia del Papa Francisco durante el Ángelus, al comentar el pasaje evangélico de la ofrenda de la viuda. Llamamiento en favor de las poblaciones heridas por la guerra en el Cuerno de África. Que el ejemplo de los mártires ayude a los cristianos a mantenerse fieles a su vocación.


Ciudad del Vaticano (AsiaNews) - Jesús nos invita a "liberar lo sagrado de las ataduras del dinero", siguiendo el ejemplo de la viuda, que no teme dar todo lo que tiene "porque confía en el tanto de Dios", dijo hoy el Papa Francisco a los fieles reunidos en la Plaza de San Pedro para la cita dominical del Ángelus.

Al comentar el pasaje que hoy propone la liturgia, el Papa observó que “El Evangelio nos pone delante de este sorprendente contraste: los ricos, que dan lo superfluo para hacerse ver, y una pobre mujer que, sin aparentar, ofrece todo lo poco que tiene. El símbolo de dos actitudes humanas”.

De esa manera Jesús pone en guardia sobre el pecado de "vivir la fe con duplicidad". Él nos invita a "tener cuidado con los hipócritas, es decir, estar atentos a no basar la vida en el culto de la apariencia, de la exterioridad, en el cuidado exagerado de la propia imagen. Y, sobre todo, estar atentos a no subordinar la fe a nuestros intereses”. Esos escribas - siguió diciendo Francisco - "usaban la religión para favorecer sus negocios, abusando de su autoridad y explotando a los pobres". Es el mal del "clericalismo, ese estar por encima de los humildes, explotarlos, ‘golpearlos’, sentirse perfectos". Pero - agregó el Papa - “es una advertencia para todos los tiempos y para todos, Iglesia y sociedad: no aprovecharse nunca del propio rol para aplastar a los demás, ¡nunca ganar a costa de los más débiles!. Nos ayudará preguntarnos: en lo que decimos y hacemos, ¿deseamos ser apreciados y gratificado o prestar un servicio a Dios y al prójimo, sobre todo a los más débiles?”.

Pero Jesús -agregó el Papa- también señala el camino para superar esta enfermedad invitándonos a mirar a la pobre viuda. Denuncia "la explotación hacia esta mujer que, para poder entregar la ofrenda, debe volver a casa sin siquiera lo poco que tiene para vivir". Recuerda la importancia de "liberar lo sagrado de los lazos con el dinero" que es "un señor al que no debemos servir". Pero al mismo tiempo muestra la grandeza del ejemplo de esta viuda, que de todos modos entrega al Tesoro todo lo que tiene. No le queda nada - dijo Francisco - pero encuentra en Dios su todo. No teme perder lo poco que tiene, porque confía en el todo de Dios, y ese todo de Dios multiplica la alegría del que da”. Esta mujer “no va al Templo para tener la conciencia tranquila, no reza para hacerse ver, no hace alarde de su fe, sino que dona con el corazón, con generosidad y gratuidad. Sus monedas expresan una vida entregada a Dios con sinceridad, una fe que no vive de apariencias sino de confianza incondicional. Aprendamos de ella”.

Después de rezar el Ángelus, el Papa Francisco lanzó un llamamiento por la región del Cuerno de África, “en particular por Etiopía, sacudida por un conflicto que se prolonga desde hace más de un año y que ha causado numerosas víctimas y una grave crisis humanitaria. Invito a todos a rezar por esa población tan duramente probada y renuevo mi llamamiento para que prevalezcan la concordia fraterna y la vía pacífica del diálogo”. El pontífice también recordó a las víctimas del incendio que siguió a una explosión de carburante en la periferia de Freetown, capital de Sierra Leona. Por último, recordó a los tres mártires capuchinos de la Guerra Civil española que ayer fueron proclamados beatos en Manresa, deseando que "su ejemplo ayude a los cristianos de hoy a permanecer fieles a su vocación, incluso en los momentos de prueba".