Card. Sako: el atentado contra al-Khadimi busca desestabilizar Irak

Condena unánime del presidente iraquí, al-Sadr, Estados Unidos y la ONU, tras el ataque con drones a la casa del primer ministro iraquí. Seis guardaespaldas resultaron heridos; aún no hubo reivindicaciones. Primado caldeo: “oraciones” y "tristeza" entre los fieles. Muchos consideran que la labor del premier en materia de reformas es "auténtica".

 


Bagdad (AsiaNews) - Un ataque con drones con el que se pretende "impedir" que avance el proyecto de un Irak fuerte, de un Estado "basado en la ley, la ciudadanía, el orden y la justicia". En diálogo con AsiaNews, el patriarca caldeo, Card. Louis Raphael Sako, comentó de esta manera el atentado perpetrado en la noche del 6 al 7 de noviembre contra el domicilio del primer ministro Mustafa al-Kadhimi, quien resultó ileso. “Aún no sabemos quién está detrás de este episodio", dijo el cardenal, "pero está claro que el objetivo es desestabilizar, crear confusión e interrumpir el trabajo iniciado por el primer ministro, que quiere construir un proyecto de Irak que no vea al país aislado" a nivel internacional. 

El primado caldeo descarta la implicación del Estado Islámico (EI, ex Isis) y plantea que hay ciertas analogías con los ataques contra el aeropuerto de Erbil -en los que también se usaron cohetes y drones-, en el Kurdistán iraquí, o la embajada de EEUU en Bagdad. "El plan es golpear a Kadhimi como representante del Estado. Yo mismo advertí las explosiones, porque el patriarcado no está muy lejos de la Zona Verde".

En las últimas horas, el primer ministro, que se salvó del intento de asesinato, apareció en un vídeo difundido por sus colaboradores, en el que participaba de una reunión con funcionarios de seguridad. En un comunicado, la oficina de Kadhimi se refirió al "cobarde ataque terrorista" perpetrado por "grupos criminales armados" que utilizaron tres drones. Dos fueron abatidos, mientras que un tercero logró impactar en la residencia del jefe de gobierno, en Bagdad. Al menos seis guardaespaldas del mandatario resultaron heridos.  Por el momento, la situación es relativamente tranquila y no hay reivindicaciones oficiales. Se multiplican, en cambio,  las voces de condena: desde el presidente Barham Salih hasta el líder radical chií Moqtada al-Sadr, pasando por la ONU, Estados Unidos, Irán y Arabia Saudita, por nombrar algunos. 

Varios analistas y expertos relacionan el atentado con las elecciones parlamentarias del 10 de octubre, impugnadas por una parte del espectro político, en particular por los movimientos chiíes pro iraníes que fueron derrotados en las urnas. Sin embargo, los resultados finales todavía no son oficiales. El 5 de noviembre, las milicias vinculadas a Teherán promovieron manifestaciones callejeras masivas para reiterar las acusaciones de fraude e impugnar el resultado de los comicios. Los obispos caldeos ya habían alertado sobre la tensa situación en el país, reclamando un gobierno fuerte para frenar la deriva violenta y una situación de caos que podría sumir al país en el abismo.

Durante la misa dominical, el Patriarca caldeo rezó por la salud del Primer Ministro y de todo el país. Entre los fieles -dijo- cunde la tristeza por el atentado, pero también alegría porque (el primer ministro) se salvó. Muchos creen que su labor en materia de reformas es auténtica y beneficiosa para la nación. Hasta ahora, nunca ha querido utilizar las armas para resolver los problemas, pide y propone como principios el diálogo y el encuentro, incluso con sus enemigos o adversarios políticos". 

Según el cardenal Sako, claramente el atentado está vinculado al proceso postelectoral y al período de transición hasta la jura del próximo Parlamento y el nombramiento del futuro Presidente de la República, de la Asamblea Legislativa y del jefe de gobierno, que podría ser Kadhimi. "Pido a todos los cristianos de Irak que recen por el bien del país, que esperen con calma y confianza, que no se dejen llevar por las tensiones de los contrarios, sino que sigan siendo una fuente de equilibrio”, concluyó el cardenal.