Java Occidental, ataque a una comunidad protestante
de Mathias Hariyadi

El objetivo era un miembro del HKBP de Amansari. Grupos extremistas sospechaban que la casa se utilizaba como lugar de culto. Asesor del Ministro de Asuntos Religiosos: "Gestos contrarios a los principios" de todas las religiones. El Sínodo de la Iglesia Protestante pide justicia y libertad religiosa.


Yakarta (AsiaNews) - El gobierno indonesio y los movimientos religiosos moderados condenaron el atentado - que tuvo lugar a fines de octubre pero recién se conoció hace pocos días - contra un fiel de la Protestant Huria Batak Church (HKBP) de Amansari, en el distrito de Karawang, provincia de Java Occidental. La razón del ataque fue la creencia generalizada (aunque errónea) de algunos grupos extremistas y radicales locales de que la casa del hombre en realidad se utilizaba como lugar de culto y allí se celebraban servicios y encuentros de oración.

Mohammad Nuruzzaman, estrecho colaborador del ministro de Asuntos Religiosos Yaqut Cholil Qoumas, criticó con decisión lo ocurrido y ayer habló públicamente condenando el atentado y poniendo de manifiesto su solidaridad con el Sínodo de la Iglesia Protestante de Indonesia (PGI). "Los gestos violentos de este tipo - dijo - son ilegales y contrarios a los principios de cualquier religión". No deberían ocurrir porque, aún en caso de conflicto, los problemas se pueden resolver "de manera pacífica".

Fuentes locales informan que el incidente se produjo el 29 de octubre cuando un grupo - aún no identificado - de radicales islámicos irrumpió en la casa y provocó destrozos. En estos días el Ministerio de Asuntos Religiosos envió un equipo para comenzar una investigación y encontrar una solución en colaboración con el Foro Karawang para el Diálogo Interreligioso (FKUB).

Por su parte, el PGI también publicó un comunicado oficial en su sitio web confirmando que la casa donde se produjo el ataque es una vivienda privada y nunca se utilizó como lugar de culto. En ella se realizaron reuniones de fieles donde se discutieron los "procedimientos para realizar” funciones o celebraciones, pero sólo a nivel organizativo. El reverendo Henrek Lokra, responsable de Justicia y Paz del PGI, pidió a las autoridades distritales que se haga justicia y se castigue a los autores de acuerdo con la ley, así como que se implementen las medidas necesarias para contener la violencia.

Una de las razones que desencadenaron el ataque es la dificultad que han encontrado en numerosas oportunidades las comunidades cristianas para construir un lugar de culto. El procedimiento para aprobar la construcción de una iglesia - católica o protestante -, al igual que para todas las obras edilicias, está regulado por el Izin Mendirikan Bangunan (IMB), una especie de resolución escrita de las autoridades locales que concede permiso para iniciar las obras. El proceso se complica para los cristianos porque no solo requiere varios años sino que además se necesita la autorización de al menos 60 vecinos y el aval de la comisión para el diálogo interreligioso. E incluso después de obtener la autorización, muchas veces la construcción se interrumpe y el permiso se revoca por la presión de los extremistas islámicos.