El encuentro de ayer en el Vaticano entre el pontífice y Nagib Mikati duró 30 minutos. Preocupación por la situación del país y oración para que "Dios lo salve de todas las crisis". Se renovó la invitación para realizar un viaje apostólico a la tierra de los cedros. Rechazar "el odio, la intolerancia y la opresión en todas sus formas y en todo lugar".
Beirut (AsiaNews) - El primer ministro libanés Nagib Mikati fue recibido ayer por el papa Francisco y concluyó su encuentro en el Vaticano con la convicción de que "el Líbano recibe una atención especial de la Santa Sede" y que esta última "hará todo lo posible para apoyar [a Beirut] en los foros internacionales". Después del encuentro con el Santo Padre, que duró cerca de 30 minutos, Mikati afirmó que "en estos tiempos difíciles, el Líbano tiene urgente necesidad de oración pero, con igual urgencia, necesita el apoyo de sus amigos en todos los niveles, sobre todo en el plano económico y social".
El papa Francisco ha convocado a "todos los libaneses a colaborar para salvar a su patria, el Líbano-mensaje" como lo definió su predecesor, San Juan Pablo II, y exhortó al Líbano a "recuperar su rol como modelo de diálogo y encuentro entre Oriente y Occidente". Señaló que "las preocupaciones por el Líbano son muchas" y que "seguiré rezando por él, para que Dios lo salve de todas las crisis".
En respuesta al pontífice, Mikati afirmó: "La guerra que casi destruyó nuestra vida en común también nos ha enseñado a proteger esta característica única, y ahora estamos luchando para preservarla, a pesar de los desafíos y peligros, porque es una garantía para nuestro futuro común, sin discriminaciones”.
“Los cristianos en Oriente siempre han sido pilares de la libertad, los derechos humanos y la libertad religiosa, y el Líbano siempre ha encontrado en ellos un refugio seguro. También es cierto que cuanto más seguros se han sentido los cristianos en el Líbano, más beneficioso ha sido para todos los cristianos de Oriente. Estoy convencido de que la Santa Sede puede desempeñar un papel fundamental en este sentido”, dijo.
El Primer Ministro llegó al Vaticano a las 9 am hora local (10 am de Beirut), acompañado por su esposa May y una delegación oficial, que incluía a los ministros de Justicia Henri Khoury y de Turismo Walid Nassar, y al embajador libanés ante el Vaticano Farid el-Khazen. Mikati y la delegación se reunieron luego con el secretario de Estado del Vaticano, el cardenal Pietro Parolin, quien no ocultó su "preocupación" por la situación económica y social del Líbano. El cardenal recordó que la credibilidad del gobierno reside en el respeto de los compromisos asumidos ante la comunidad internacional. El secretario de Estado añadió luego que el país de los cedros es esencial para la presencia cristiana en Oriente y siempre ha sido un ejemplo en el mundo por la manera en que todas las comunidades han sido capaces de convivir unas con otras.
Al terminar el encuentro, el primer ministro libanés - un musulmán sunita de 65 años - explicó que había llevado a Su Santidad los saludos del presidente Michel Aoun y reiteró la invitación para que visite el Líbano apenas sea posible: "Todos los libaneses lo esperan como un signo de esperanza, como ocurrió con la visita de san Juan Pablo II, a quien debemos la famosa frase: Líbano es más que un país, es un mensaje". Mikati dijo asimismo que "el Papa tiene confianza en que los libaneses serán capaces de superar la prueba". El modelo libanés "no sólo es útil hacia adentro. Todo el mundo árabe puede beneficiarse, porque es un modelo de diversidad y pluralismo".
Mikati siguió diciendo: "De mutuo acuerdo se afirmó la importancia de fomentar las relaciones islámico-cristianas y valorar debidamente el Documento sobre la fraternidad humana que firmaron el Papa y el jeque Ahmed al-Tayeb durante su histórico encuentro en los Emiratos Árabes Unidos en 2019", así como los "esfuerzos conjuntos que realizan desde hace años para difundir la cultura del diálogo y la convivencia entre los creyentes de las religiones reveladas".
"He asegurado al Papa y a los responsables del Vaticano - afirmó el primer ministro - que el Líbano seguirá siendo un lugar de encuentro de civilizaciones y culturas diferentes, y que los libaneses de todas las comunidades seguirán defendiendo y fortaleciendo este preciado valor que es la convivencia islámico-cristiana". Mikati contó que había recibido palabras de aliento de algunos responsables de la Santa Sede en relación con la importancia de preservar la reconciliación nacional entre los libaneses. El primer ministro libanés, por su parte, invitó a profundizar cada vez más la cultura del diálogo y la tolerancia entre musulmanes y cristianos que creen en un solo Dios" y a "rechazar firmemente el odio, la intolerancia y la opresión en todas sus formas y en todo lugar".
La crisis política, social y económica que afecta al Líbano ha llevado a AsiaNews a lanzar una campaña de recaudación de fondos en beneficio de las escuelas católicas, a fin de apoyar y garantizar el derecho de los jóvenes a estudiar. A continuación ofrecemos las coordenadas para adherir a nuestra iniciativa.
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