Diputado lituano en Taipéi: muchos nos observan para ver si podemos resistir a Beijing
de Emanuele Scimia

Matas Maldeikis encabeza una delegación conjunta de parlamentarios bálticos. Los chinos "castigan" a Vilna por permitir que los taiwaneses abran una oficina en Lituania con el nombre de "Taiwán". El frente europeo de apoyo a la isla se está ampliando. Avances en la cooperación Europa-Taiwán en microchips.


Roma (AsiaNews) - “Es una tendencia en Europa que preocupa a China. Muchos nos están observando para ver cómo evoluciona la situación, qué resultados tiene y si la 'represalia' de Beijing tiene efectos sustanciales". El diputado lituano Matas Maldeikis, que encabeza el grupo de amistad con Taiwán en el Parlamento de Vilna, considera que otros estados miembros de la Unión Europea seguirán el ejemplo de Lituania y aumentarán los intercambios políticos y económicos con Taipei.

"Todos [en Europa] comprenden que la cooperación económica con Taiwán, un país tecnológicamente avanzado, es beneficiosa", dijo Maldeikis a AsiaNews. "Más importante aún - subraya el político lituano - es que la isla es una democracia que respeta los derechos humanos y el estado de derecho, por lo que es posible construir una colaboración estable a largo plazo".

Otras dos repúblicas bálticas, Letonia y Estonia, ya lo están haciendo. Maldeikis encabeza una delegación conjunta de parlamentarios lituanos, letones y estonios que visitan Taipei estos días.

El 18 de noviembre, el gobierno taiwanés abrió una oficina de representación con el nombre de "Taiwán" en la capital de Lituania, Vilna. La medida provocó una respuesta inmediata de Beijing, según la cual el uso del nombre "Taiwán" es una violación de la "política de una sola China". Para el Partido Comunista de China, la isla es una provincia "rebelde" que debe reunificarse por la fuerza si es necesario.

Los chinos han degradado las relaciones diplomáticas con Lituania al nivel de "encargado de negocios".

En agosto, tras el anuncio de la apertura de lo que es la embajada taiwanesa "de facto" en Lituania, Beijing retiró a su embajador en el país báltico. Los chinos también han tomado medidas económicas coercitivas contra Vilna, que se ha ganado el (tímido) apoyo de la UE y uno más concreto de Estados Unidos: la administración Biden ha prometido ayuda económica.

Una delegación bipartidista del Congreso de Estados Unidos también visitó Taipei la semana pasada. Un miembro del grupo, la diputada demócrata de Michigan Elissa Slotkin, reveló que cuando se conoció la noticia del viaje, su oficina recibió un mensaje "brusco" de la embajada china en Washington pidiéndo que cancelara la visita.

Maldeikis afirma que él no ha recibido “órdenes” de ese tipo de los diplomáticos de Beijing: “No necesitaban enviar mensajes privados. Han dicho públicamente muchas veces que se oponen a cualquier contacto oficial entre otros países y Taiwán”.

El mes pasado se supo que la UE pospuso sus planes para potenciar la cooperación comercial con Taipei. Varios observadores ven la decisión como un intento de la Unión de equilibrar las relaciones con Beijing. Según Maldeikis, no existe el riesgo de que la medida de la Comisión europea haga fracasar la cooperación con Taiwán. “Los acuerdos comerciales internacionales - afirmó el diputado lituano - siguen procesos complicados y requieren muchas consultas técnicas; las negociaciones toman tiempo ya veces duran años”.

Para Maldeikis no se deben sacar conclusiones precipitadas solo porque no hay resultados inmediatos: “Por supuesto, el impulso actual es muy favorable y no debe perderse. Cuanto más estrechen los Estados de la UE sus lazos con Taiwán, más fácil será tomar decisiones a nivel europeo”.

Mientras tanto, sigue avanzando la colaboración entre Europa y Taiwán en materia de microchips, de los cuales Taipei es el principal productor mundial. Maldeikis señala que la cooperación anunciada en el sector entre su país y los taiwaneses puede allanar el camino para un acuerdo más amplio con el bloque de la UE. “Los chips y semiconductores se utilizan para muchas tecnologías clave. Un acuerdo con Taiwán en este ámbito es sencillamente una decisión pragmática”, dice el político de Vilna. "Si podemos dar un buen ejemplo con una asociación exitosa, ayudando a construir una cadena comercial más resistente, será útil para toda la UE".