Ilarion: enseñar teología para combatir la ignorancia y el extremismo
de Vladimir Rozanskij

Para el metropolitano ortodoxo, la enseñanza de la teología sirve para "eliminar el analfabetismo" y evitar errores. Los estudios teológicos sólo pueden ser interconfesionales. El problema de la seguridad de la persona y de la sociedad" está vinculado a la religión.


Moscú (AsiaNews) –  Condenar todas las formas de extremismo, radicalismo religioso y terrorismo, que dependen de la ignorancia religiosa y de las interpretaciones teológicas equivocadas. "Estos son nuestros verdaderos enemigos, que no sirven al Altísimo, sino a la voluntad del diablo, que debemos condenar sin miedo", advirtió el metropolitano ortodoxo Ilarión (Alfeyev).

El rector del Instituto de especialización en Teología Ortodoxa Cirilo y Metodio, compartió esta reflexión con los participantes de la V Conferencia Teológico-Científica de Rusia. Con la bendición del Patriarca ortodoxo Kirill (Gundjaev), el evento se celebró en Moscú a principios de diciembre y estuvo centrado en el tema de "La teología en el ámbito de la ciencia y la educación: teoría, historia y práctica del diálogo interreligioso e intercultural en el contexto de los desafíos globales".

La conferencia recibió los saludos del Presidente Vladimir Putin, el Ministro de Universidad e Investigación Científica Valerij Falkov, el Ministro de Educación Sergei Kravtsov, la Presidenta de la Academia Rusa de Ciencias Olga Vasilieva, el Muftí de la Asamblea Religiosa de los Musulmanes de Rusia Albir-Khasrat Krganov y el Gran Rabino de Rusia, Berl Lazar.

Luego de una primera sesión introductoria, los trabajos del foro se dividieron en dos áreas: la primera, sobre "El diálogo interreligioso y valores tradicionales en el contexto de los desafíos globales", y la segunda sobre "Medidas de prevención contra la participación de los jóvenes en actividades extremistas", evaluando desde distintos puntos de vista la contribución de la teología a la vida social en Rusia.

Ilarion retomó las palabras de buenos deseos enviadas por el Patriarca Kirill, quien expresó que "la teología ya se ha convertido para nosotros en una nueva rama de las ciencias humanitarias, con una comunidad científica cada vez más madura y una importante actividad de investigación". Estos resultados se lograron "gracias a la contribución del mundo de los docentes y educadores, junto con los representantes de las distintas tradiciones religiosas y los órganos competentes del poder estatal", agregó el metropolitano.

“No habríamos logrado estos resultados, de  no ser por la gran demanda de teología", explicó Ilarion, ensalzando el largo proceso que llevó al reconocimiento estatal de los estudios teológicos en los últimos años. En su opinión, "la teología sólo puede ser interconfesional, con los aportes de la ortodoxia, el islam y otras tradiciones religiosas"; los colegios doctorales deben crearse sobre la base de la competencia científica y la presencia de representantes de las distintas confesiones religiosas, en función del tema de la disertación”.

Ilarion quiso aclarar el papel de la teología en el ámbito educativo laico, tanto público como privado, y no sólo en los institutos de formación religiosa de los ministros de culto y de los especialistas en el ámbito eclesiástico. Así, “la literatura rusa se estudia en la escuela y en la universidad, no sólo para alfabetizar a los alumnos, y lo mismo vale para la física o la lírica. Tanto más para la historia de Rusia; ¿por qué habríamos de dejar de lado la teología?". Hoy en día, el nivel de ignorancia religiosa en Rusia "aún resulta desconcertante, incluso entre personas muy instruidas en diversos campos del saber". La enseñanza de la teología sirve, al menos, para "liquidar el analfabetismo" y evitar "errores garrafales y flagrantes".

Como explicó el Metropolitano, "el conocimiento teológico ayuda a las personas, independientemente de su pertenencia religiosa. Les permite mirar las obras de arte y la literatura de forma adecuada y, más en general, ver el mundo que les rodea desde otro punto de vista". Según Ilarion, "muchas cuestiones eternas y actuales están vinculadas de una u otra manera a la religión, como el problema de la seguridad de la persona y la sociedad".