Es el octavo socio diplomático que los chinos le arrebatan a la isla en los últimos cinco años. Los taiwaneses solo mantienen relaciones formales con 14 Estados, incluido el Vaticano. Peligran las relaciones con Honduras. Beijing quiere reducir el espacio internacional de Taiwán, mientras Estados Unidos busca ampliarlo.
Taipéi (AsiaNews) – Ayer Nicaragua rompió sus relaciones diplomáticas con Taiwán y optó por estrechar lazos con China. De esta manera, Beijing deja a la isla sin otro aliado diplomático, y lo hace justo en la fecha en que Joe Biden inaugura la Cumbre por la Democracia. Un evento del que ha quedado excluido el gigante chino, y en el que Taipéi participa en su lugar.
En un anuncio televisado, el ministro de Asuntos Exteriores de Nicaragua, Denis Moncada, dijo que a partir de hoy, Managua rompe todo contacto o relación oficial con Taipéi: "La República Popular de China es el único gobierno legítimo de China. Y Taiwán es, sin duda, parte del territorio chino", fueron sus palabras. Varios observadores concuerdan en que las nuevas sanciones de Estados Unidos contra el gobierno autoritario de Daniel Ortega han llevado a Nicaragua a buscar la ayuda y el apoyo de Beijing.
Aunque condenó la medida, el gobierno taiwanés explicó hoy que, por el momento, el acuerdo de libre comercio con Managua sigue vigente, ya que las autoridades nicaragüenses no han notificado su retirada.
El gobierno chino no establece relaciones diplomáticas formales con otro Estado a menos que éste repudie la condición de Estado de Taiwán. Con la ruptura de Nicaragua, Taipéi sólo mantiene relaciones diplomáticas plenas con 14 Estados, incluido el Vaticano. Desde la toma de posesión en 2016 de la actual presidenta de Taiwán, Tsai Ing-wen, Beijing le ha arrebatado ocho socios diplomáticos a la isla : Burkina Faso, Panamá, Santo Tomé y Príncipe, República Dominicana, El Salvador, Islas Salomón, Kiribati y Nicaragua.
A los ojos de los dirigentes chinos, Tsai es una secesionista peligrosa. China considera que Taiwán es una "provincia rebelde" y nunca ha descartado reconquistarla con el uso de la fuerza. En realidad, la isla es independiente de facto de Beijing desde 1949. En aquella época los nacionalistas de Chiang Kai-shek se refugiaron allí tras perder la guerra civil en el continente frente a los comunistas. Por tanto, Taiwán devino heredera de la República de China fundada en 1912.
La estrategia china consiste en reducir más y más el espacio internacional de Taiwán. Antes de su victoria electoral del 28 de noviembre, la presidenta electa de Honduras, Xiomara Castro, había declarado su voluntad de romper con Taipéi para estrechar lazos con Beijing, propósito que de momento ha quedado en suspenso. Hace tiempo que circulan rumores de que los chinos también estarían presionando al Vaticano.
Por su parte, Estados Unidos quiere reforzar el perfil global de Taiwán, en parte, con miras a crear un consenso internacional sobre el rechazo a una posible invasión china de la isla. En medio de las protestas de Beijing, Audrey Tang, Ministra de Asuntos Digitales de Taiwán, intervendrá hoy en la Cumbre por la Democracia organizada por Joe Biden.
Aunque Washington mantiene relaciones diplomáticas oficiales con Beijing, no acepta la postura de que Taiwán forme parte de China. Con la Taiwan Relations Act, Estados Unidos se comprometió a defender a Taipéi y a brindar suministros militares. La normativa fue adoptada en 1979 tras el reconocimiento diplomático formal de la China comunista. Sin embargo, no especifica la naturaleza real del compromiso estadounidense: una "ambigüedad estratégica" que produce continuas tensiones con el gobierno chino.
Recientemente, algunos países de la UE -Lituania, la República Checa y Eslovaquia- también han intensificado sus relaciones con Taipéi. Por consolidar sus relaciones con la isla, Vilna está sufriendo un boicot comercial por parte de China; la UE amenaza con llevar el caso ante la Organización Mundial del Comercio.