Omicron vuelve a vaciar Belén: 'Encontrar un camino para las peregrinaciones durante la pandemia'

El Patriarca Latino de Jerusalén considera que en esta Navidad la situación ya está comprometida, pero hay que "volver a empezar" en 2022. Con las autoridades políticas de Israel se debe encontrar un "nuevo camino", que permita formas de "coexistencia" entre la práctica de la fe y la lucha contra el covid-19. La peregrinación de AsiaNews en marzo del año que viene.

 


Jerusalén (AsiaNews) - Para esta Navidad la situación ya está comprometida, porque ya "no hay tiempo para reabrir" y las perspectivas que había en las últimas semanas "se han frustrado". En diálogo con AsiaNews, el Patriarca Latino de Jerusalén Pierbattista Pizzaballa hace una amarga reflexión sobre el tema de las peregrinaciones y descarta cualquier posibilidad de apertura para las fiestas que se avecinan. Sin embargo, no pierde la esperanza porque "es importante pensar en un nuevo comienzo para después de las fiestas". Hoy solo se puede aceptar la situación, pero hay que buscar "junto con las autoridades políticas un nuevo camino" para encontrar "formas de convivencia" con la pandemia que permitan reabrir al turismo religioso "en 2022".

El primado latino mira al futuro con una perspectiva particular, porque el peregrino no se puede detener. Hay que reprogramar los encuentros y las visitas aún en medio de la pandemia, con toda la carga de incertidumbres y las medidas de seguridad que sea necesario adoptar. El mismo Papa Francisco ha estado con migrantes y personas desesperadas, adultos y niños, en su último viaje apostólico a Chipre y Grecia, mostrando de esa manera que es esencial “abrazar sin miedo”.

A principios de diciembre, el gobierno de Israel anunció que cerraba el ingreso al país para los viajeros extranjeros cuando se descubrió una nueva variante, Omicron, que apareció en Sudáfrica pero ahora se ha difundido en muchos países del mundo. La medida se extendió luego hasta el 22 de diciembre, haciendo desaparecer las últimas esperanzas de recuperación del turismo internacional antes de fin de año, sobre todo el turismo religioso, con la afluencia de peregrinos para las celebraciones navideñas como había auspiciado el custodio de Tierra Santa. En declaraciones a AsiaNews, fray Francisco Patton pidió que se superara la "lógica" de la emergencia para "convivir" con el coronavirus, que en este momentos más parece un "pretexto" para paralizar el mundo. En respuesta a su convocatoria, AsiaNews y el El Centro PIME organizaron una peregrinación para marzo de 2022, incluso si el covid-19 sigue circulando y obliga a los gobiernos a imponer cierres y confinamientos.

El año pasado, en el apogeo de la pandemia y cuando comenzaba la campaña de vacunación, la ceremonia de encender el árbol de Navidad en Belén y otras ciudades como Nazaret se llevó a cabo prácticamente sin fieles. La participación fue sobre todo virtual, a través de cobertura en vivo en las redes sociales y los canales de televisión. En los tiempos anteriores a la pandemia, estas celebraciones atraían a miles de personas, tanto locales como extranjeros. Las esperanzas habían vuelto para estas fiestas, pero Israel cerró nuevamente sus fronteras para evitar el contagio.

Los comerciantes y hoteleros de Belén han sido algunos de los más afectados. Habían recibido con renovada esperanza los primeros grupos de peregrinos en las últimas semanas. Hanna Nissan, dueño de un banco de souvenirs, confiesa a Jordan News que la nueva variante ha ahogado todas esperanzas. “Hasta hace una semana - dice - esperábamos que volviera el turismo. Comenzaban a verse señales de desplazamientos más libres. Pero con el cierre de los aeropuertos, los visitantes ya no volverán hasta el año que viene”. Elias Al-Arja también afirma que, cuando comenzaron los primeros datos alentadores sobre las reservas en los hoteles, empezó a contratar personal, pero después tuvo que mandar a todos a casa, porque "si no hay trabajo, no puedo pagar los sueldos".

Sin duda las cifras de 2019 están muy lejos, con cuatro millones de arribos a Israel, la mitad de los cuales eran peregrinos, e ingresos de millones de dólares para los territorios palestinos. Con gobiernos que se ajustan a una máxima prudencia, en Tierra Santa lo único que queda es rezar por un milagro navideño. Sin embargo, para evitar que queden indefinidamente cerrados los lugares donde nació el cristianismo, es necesario "buscar nuevos caminos", como auspicia el patriarca Pizzaballa.

Una posibilidad sería crear corredores “libres de covid” entre los países, como ya se hace para los negocios o el turismo, aplicando las mismas reglas a los peregrinos. La Iglesia de Jerusalén y la Custodia tienen la tarea de mediar con Israel para superar el mero criterio de la emergencia.