Daca: Tres nuevos sacerdotes de los Oblatos de María
de Sumon Corraya

Procedentes de tres diócesis del país, fueron ordenados por el cardenal Patrick D’Rozario. En este momento hay 31 misioneros del OMI en Bangladés: "Este crecimiento nos permite estar presentes en nuevos espacios para anunciar el Evangelio".

 


Daca (AsiaNews) - La Iglesia Católica de Bangladés tiene tres nuevos sacerdotes de la congregación de los Oblatos de María Inmaculada (OMI). La ceremonia de ordenación se llevó a cabo ayer en la Iglesia del Beato de Mazenod, en el barrio Nayanagar de Daca, y fue presidida por el Cardenal Patrick D’Rozario junto con el obispo de Rajshai, Mons. Gervas Rozario. Los tres nuevos sacerdotes son el P. Sujon John Kisku de la diócesis de Rajshahi, el P. Jonastine John Panthra de la diócesis de Mymensingh y el P. Herat Thanda Mondal de la diócesis de Khulna.

Este último dialogó con AsiaNews sobre su vocación: “He visto la dedicación de los sacerdotes locales y cómo transforman la vida de los demás. Eso me hizo querer vivir yo también el sacerdocio y ahora mi corazón está lleno de gratitud”. El P. Herat Thanda Mondal es originario de la parroquia de Bhabarpara y completó sus estudios en los Estados Unidos. Estará destinado a la parroquia de Alikadam en la diócesis de Chittagong. “Mi hermano mayor - cuenta - se ahogó en un estanque. Entonces mis padres me consagraron a Dios y alentaron mi vocación. Quiero ser un Evangelio vivo para dar testimonio de la fe a los demás”.

Cuando felicitó a los nuevos sacerdotes, el cardenal D’Rozario agradeció a sus padres por haberlos entregado a la Iglesia: "Los sacerdotes jóvenes - agregó - hacen que nuestra Iglesia sea más activa y más viva. Les pido a todos que recen por ellos”.

En este momento hay 31 sacerdotes de los Oblatos de María Inmaculada que ejercen su ministerio en Bangladés. Otros tres de esta tierra partieron para servir a comunidades en Corea del Sur e Italia como misioneros. “Trabajamos en las regiones tribales - dice el P. Sagar Rozario - en la asistencia espiritual pero también en el desarrollo social y económico. El crecimiento del número de sacerdotes nos permite estar presentes en nuevos espacios para anunciar el Evangelio”.