Cebú: son más de 200 las víctimas del tifón Rai

Siargao, Dinagat y Mindanao son las islas más afectadas. A pedido de la oficina de Cáritas local, la Iglesia católica declaró los días 25 y 26 de diciembre días nacionales de oración. P. Marcelino Arcilla Rapayla, de la Orden de los Agustinos Descalzos: "Nadie se salvó de la destrucción del ciclón". 

 


Manila (AsiaNews/Agencias) -  El número de muertos por el tifón Rai -u Odette, como se lo denomina en Filipinas- asciende a más de 200. El ciclón azotó el país el 16 de diciembre y puso de rodillas a nueve regiones y 33 provincias que ya se enfrentaban a dificultades relacionadas con la pandemia de Covid-19. Siargao, Dinagat y Mindanao son las islas más afectadas.

En cuanto a los vientos, se registraron ráfagas de 270 km/h, que destruyeron viviendas e infraestructuras, dejando barrios enteros sumergidos. El suministro eléctrico y las líneas de comunicación quedaron interrumpidos, y muchas zonas están sin agua corriente. Al menos 239 personas resultaron heridas y más de 50 están desaparecidas, según los informes policiales. Hasta este momento el saldo es de 208 muertos y unas 300.000 personas desplazadas. Las pérdidas estimadas en los sectores de la pesca y la agricultura ascienden a 5,9 millones de euros.

Según la información de Cáritas Filipinas, al menos 10 diócesis de las regiones de Visayas y Mindanao se han visto sumamente afectadas.

A pedido de la oficina de Cáritas local, la Iglesia católica ha declarado los días 25 y 26 de diciembre como jornadas nacionales de oración por las familias afectadas por el tifón Odette. La Conferencia Episcopal de Filipinas (CBCP) animó a las diócesis a recaudar fondos para las víctimas, en las fechas de Navidad y el día de San Esteban. El obispo Pablo Virgilio David de Kalookan, presidente de la CBCP, dijo que el Fondo de Solidaridad Alay Kapwa se utilizaría para responder a la emergencia. "Animamos a todo el mundo a enviar donaciones a Cáritas Filipinas, que planificará una respuesta colectiva", dijo.

"No puedo negar que estoy preocupado por los miembros de mi familia", dijo el padre Marcelino Arcilla Rapayla. "Después de dos días sin comunicaciones, mis hermanos lograron finalmente contactarse conmigo para decirme que estaban bien, pero nadie se salvó del paso de Odette", dijo a TikTok el sacerdote de la Orden de los Agustinos Descalzos, que se encuentra en Cebú, una de las diócesis arrasadas por el tifón. "Se alejaron de su casa para buscar una señal y enviarme fotos de la destrucción que dejó Odette en la isla de Mactan. No hay agua, ni señal, ni electricidad. Las personas están bajo el efecto de un ‘panic buying’, (el pánico las lleva a correr a comprar, para abastecerse). Hay largas colas para comprar queroseno y gasolina", continúa el misionero.

Cada año, una media de 20 tifones azotan Filipinas. Rai es el decimoquinto tifón del 2021 y también el que ha azotado con mayor intensidad. Debido al cambio climático, llegó mucho más tarde de lo esperado, considerando que la temporada de monzones suele darse entre los meses de julio y octubre.