Obispos: paz en PapĂșa Occidental y Honiara; instan a la juventud a votar

Con motivo de la Navidad, la Conferencia Episcopal de Papúa Nueva Guinea y las Islas Salomón dirige sus pensamientos a quienes lo han perdido todo en los disturbios. Y recuerda la situación de los solicitantes de asilo que permanecen "aparcados" en la Isla de Manus por orden del gobierno de Australia, y que a partir del primero de enero quedarán bajo la entera responsabilidad de Puerto Moresby.


Puerto Moresby (AsiaNews) - Los disturbios ocurridos en Honiara (la capital de las Islas Salomón) en la última semana de noviembre, "nos recuerdan cómo incluso nuestros pueblos, amantes de la paz, pueden verse repentinamente desbordados por la pasión de la política, las reivindicaciones y la venganza". Este es el mensaje que los obispos de la Conferencia Episcopal de Papúa Nueva Guinea y las Islas Salomón transmiten a sus comunidades con motivo de la Navidad. La ocasión fue una conferencia de prensa celebrada hoy en Puerto Moresby durante la cual se dio a conocer la carta pastoral para el año 2022.  

“Desde que surgieron Papúa Nueva Guinea y las Islas Salomón", escriben los obispos, "la Iglesia católica ha contribuido a mejorar la sociedad difundiendo la luz de la Buena Noticia de Jesucristo sobre prácticas culturales destructivas (como la brujería, la poligamia, los conflictos y la supresión de las mujeres), promoviendo prácticas culturales positivas y ofreciendo servicios sociales, educativos y sanitarios a todos, sin discriminación". Mientras la Navidad se aproxima, nuestros pensamientos y oraciones están con algunas personas que sufren de manera especial: las personas que lo perdieron todo en los incendios de Honiara, las mujeres y niños torturados por acusaciones de brujería, las víctimas del Covid-19 y sus familias y los jóvenes abandonados a su suerte".

Entre los que sufren, los obispos de Papúa Nueva Guinea no olvidan a los últimos solicitantes de asilo. Desde 2013, estas personas permanecen confinadas en la isla de Manus por orden del gobierno de Australia. A partir del primero de enero, su suerte quedará enteramente en manos del gobierno de Puerto Moresby. En un nuevo llamamiento dedicado específicamente a la situación de estas personas, el arzobispo de Mandang, mons. Anton Bal, presidente de la Conferencia Episcopal, pide que se intervenga en favor de un grupo de ancianos y enfermos. “Hay una docena de personas", escribe, "que pronto podrían caer en una situación de desesperación y postración física. Pedimos al gobierno australiano que intervenga rápidamente, al menos, en favor de ellas".

En su discurso, monseñor Bal también hizo un llamamiento al diálogo, al referirse a la región de Papúa Occidental, la parte de Papúa bajo soberanía indonesia. Las tensiones han vuelto a aumentar en esa zona en los últimos meses. “Creemos que 58 años de conflicto", continuó el arzobispo de Madang, "son razón suficiente para que todos aceptemos que la cuestión de Papúa Occidental no está resuelta y nunca lo estará en las condiciones actuales. Lograr un compromiso político no es tarea fácil y a veces se tarda en llegar a ello. Pero la condición previa para lograrlo es la renuncia total al uso de la fuerza y la determinación de negociar hasta llegar a un acuerdo que sea satisfactorio para todos”. 

Por último, el presidente de la Conferencia Episcopal hizo un llamamiento a los jóvenes, de cara a las elecciones generales que se celebrarán el 25 de junio de 2022 en Papúa Nueva Guinea. El prelado recordó que en 2017, las estadísticas mostraron una muy baja participación de los jóvenes en los comicios. Mons. Bal instó a los mayores de 18 años a registrarse para votar: "Hagan oír su voz. Su futuro está en juego".