Atrocidades en Xinjiang: los uigures denuncian en Turquía a 112 funcionarios chinos

Las acusaciones son por genocidio, tortura, violación y crímenes de lesa humanidad. La medida se adoptó debido a la falta de reacción de la justicia internacional. Entre los uigures encarcelados en China hay ciudadanos turcos. La iniciativa tendrá poco valor práctico, pero plantea un problema político a Erdogan.

 


Beijing (AsiaNews) - Un grupo de 19 uigures residentes en Turquía ha presentado un pedido de juicio contra funcionarios chinos a los que consideran culpables de genocidio, tortura, violación y crímenes de lesa humanidad. El gobierno chino ha sido acusado reiteradamente de atrocidades contra las minorías de religión musulmana y habla turca que viven en Xinjiang y otras provincias de China.

La denuncia se presentó ante la Fiscalía General de Turquía.  Plantea la situación de 116 uigures - que incluyen algunos ciudadanos turcos - que, según los demandantes, están detenidos en prisiones chinas. Pide que se juzgue a 112 funcionarios de Beijing, entre ellos varios funcionarios del Partido Comunista de China, directores y responsables de los campos de prisioneros. Como informó Reuters, el abogado Gulden Sonmez declaró que la medida resulta necesaria debido a la falta de reacción de la justicia internacional.

Según las Naciones Unidas, varias organizaciones humanitarias y los medios de prensa internacionales, desde 2017 las autoridades chinas han recluido cerca de 1,8 millones de uigures, kazajos y kirguises de Xinjiang en verdaderos campos de concentración. Las acusaciones se basan en el análisis de documentos oficiales de Beijing y el testimonio directo de ex detenidos y guardias carcelarios. Incluyen una serie de violaciones de derechos humanos como tortura y otros tratos inhumanos, la esterilización forzada, la violación y la separación forzada de menores.

Los chinos niegan todas las acusaciones afirmando que en Xinjiang hay centros de formación profesional y proyectos para la reducción de la pobreza y de lucha contra el terrorismo y el separatismo.

Aunque la ley turca contempla la jurisdicción universal, la demanda presentada por el grupo de exiliados uigures no tendrá ningún efecto práctico, ya que China se negará a cooperar. Sin embargo, podría tener repercusiones políticas en el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan. Aproximadamente 50.000 uigures viven en Turquía y el gobierno turco ha sido acusado de deportar refugiados uigures a China a cambio de ayuda financiera de Beijing, acusación que Erdogan niega.

Debido a la ambigüedad de su política con respecto al trato que reciben los uigures en China, Erdogan suele ser atacado por la oposición. En octubre, sin embargo, Ankara firmó una declaración junto con otros 42 países condenando la política china en Xinjiang que luego se presentó ante la ONU. Es la primera vez que el ejecutivo turco apoya un documento de este tipo.