Fue elegido por el voto de 200 de los 329 escaños de la Asamblea elegida en octubre. La primera sesión estuvo marcada por interrupciones y enfrentamientos entre los miembros de Fatah, filo-iraníes, y los diputados que apoyan a al-Sadr. El presidente interino tuvo que ser hospitalizado por problemas de salud. Ahora toca dar los pasos para la elección del futuro jefe de Estado, que tendrá a su cargo la formación del gobierno.
Bagdad (AsiaNews) - El Parlamento conformado tras las elecciones generales de octubre del año pasado, se reunió ayer por primera vez, luego de varios meses de parálisis política e institucional. En la sesión inaugural fue elegido como presidente el diputado sunita Mohammed al-Halbousi, quien ya se había desempeñado como jefe de la Asamblea en la legislatura pasada. El proceso que culminó con la designación del presidente (en la foto) y dos vice estuvo marcado por enfrentamientos, polémicas y reiteradas interrupciones de la sesión parlamentaria.
El líder de Fatah -la coalición chií apoyada por Irán- y los miembros del grupo “Estado de derecho” del ex primer ministro Nuri al-Maliki presentaron al presidente interino un documento según el cual dicha alianza constituye el bloque más representativo, con 88 escaños. Fue inmediata la reacción de los diputados cercanos al clérigo Muqtada al-Sadr (ganador en las elecciones del 10 de octubre): reclamaron la mayoría en la Cámara, basándose en los resultados en las urnas.,
En un clima cada vez más caldeado, el presidente provisional Mahmoud al-Mashahadani se vio obligado a interrumpir la sesión: debido a una repentina indisposición -probablemente, producto del agotamiento- debió buscar asistencia médica y fue hospitalizado. Cuando se reanudó el debate, el proceso culminó con la elección de Halbousi como presidente del Parlamento: obtuvo el voto de 200 de los 329 escaños y podrá acceder a un segundo mandato con el apoyo de al-Sadr y los movimientos kurdos y suníes.
Al mismo tiempo, Hakim al-Zamili, candidato del partido de Sadr, fue nombrado vicepresidente primero y Shakhwan Abdulla, del Partido Democrático del Kurdistán, vicepresidente segundo. Sin embargo, los partidos musulmanes chiítas cercanos a Teherán rechazaron la elección y anunciaron que presentarán un recurso ante la Corte Suprema para impugnar la legalidad del proceso. "Lo que ha ocurrido [ayer, 9 de enero] en el Parlamento es ilegal y tendrá consecuencias desastrosas para el Estado", declaró el diputado de Fatah Humam al-Tamimi.
Mientras tanto, el Parlamento tiene 30 días para elegir presidente, cuya primera tarea será encargar la formación del gobierno al bloque más numeroso. Según reveló una fuente cercana al Partido Democrático del Kurdistán, hoy deberían comenzar las conversaciones para elegir al futuro jefe de Estado que, según la Constitución de 2005 posterior a Saddam Hussein, procederá de la facción kurda y deberá recibir la aprobación de dos tercios de la Asamblea (220 diputados).
En su primer discurso tras el nombramiento, al-Halbousi destacó que "la elección de la presidencia de la Cámara de Representantes es un primer paso en el camino de la legislatura". Recordó que en este momento los ciudadanos "esperan mucho" de la clase dirigente. También destacó que es importante "corregir el rumbo" y recuperar la confianza y el consenso de la población, anunciando finalmente la apertura de los procedimientos para la elección del Presidente de la República. Con el nombramiento del jefe de Estado y la formación del futuro gobierno, se procura aliviar las posibles tensiones confesionales y garantizar la estabilidad y el futuro de Irak; de ahí la intención común de asegurar que haya una amplia representación de todos los partidos en el ejecutivo.