Crisis kazaja: Tokaev culpa a terroristas extranjeros para justificar la ayuda rusa

Comunicado oficial: las tropas de la CSTO, lideradas por Moscú, han intervenido para proteger las estructuras del gobierno de los ataques de islamistas entrenados en el exterior. Con toda probabilidad, se utilizaron soldados de Moscú en la lucha por el poder contra la facción del ex presidente Nazarbaev. Hasta el momento no han estado en peligro los oleoductos y gasoductos, incluso los que van a China.


Moscú (AsiaNews) - El gobierno de Kazajistán ha declarado que radicales islamistas entrenados en el exterior se encuentran entre los responsables de los recientes ataques contra dependencias del gobierno y de las fuerzas de seguridad. Sin embargo, las autoridades de Nur-Sultan, que hablan de unos 8 mil arrestos, no mencionan ningún grupo terrorista en particular.

Las protestas estallaron el 2 de enero por el aumento del costo de vida y se han extendido a la mayor parte de Kazajistán. A las demandas de que se baje el precio del gas licuado se ha sumado el reclamo de cambios políticos, en un país dominado por élites vinculadas al ex presidente Nursultan Nazarbaev, padre y señor de la nación desde que obtuvo su independencia tras el colapso de la Unión Soviética.

El presidente Kassym-Jomart Tokaev parece haber recuperado el control de la situación. Como señala a AsiaNews Tristan Kenderdine, analista radicado en Kazajstán y director de Future Risk, el hecho de que las autoridades emitan comunicados de prensa en inglés para los medios internacionales indica que confían en mantener el control.

Sin embargo, no todas las zonas están pacificadas. Anoche se produjeron dos tiroteos, uno en Taldykorgan, 200 km al norte de Almaty (uno de los epicentros de las protestas) y otro en las afueras de la ciudad, subre la ruta que conduce a Kirguistán, señala Kenderdine. También hay noticias imprecisas sobre armas incautadas por las fuerzas de seguridad y de opositores que han tenido acceso a los arsenales del gobierno.

Para sofocar el levantamiento, Tokaev solicitó el apoyo de las fuerzas militares lideradas por Rusia de la CSTO (Organización del Tratado de Seguridad Colectiva). “Casi nadie [en Kazajstán] está a favor de esta intervención”, dice Kenderdine. Sin embargo, explica que dada la variedad de escenarios que podían presentarse, la iniciativa rusa podría ser el mal menor.

Como afirmaron testigos presenciales durante las primeras etapas de las protestas pacíficas, "ahora resulta bastante evidente - señala Kenderdine - que otro elemento, más coordinado, se ha infiltrado en las manifestaciones que surgieron de manera espontánea". Según el analista lo más probable es que, quien haya orquestado este grupo, forme parte de una lucha de poder interna y no de fuerzas que interfieren desde el exterior.

Con Internet bloqueado, es difícil evaluar de manera independiente las noticias que circulan. Kenderdine sostiene que la pista extranjera es un intento "absurdo" del gobierno de Tokaev para justificar el despliegue de tropas de la CSTO. Por temor a que los hombres de Nazarbaev controlaran parcialmente el aparato de seguridad durante los disturbios, especula el experto, Tokaev habría permitido la llegada de entre 2500 y 5000 soldados de la organización controlada por Rusia.

En este contexto, se ha filtrado la preocupación china por la estabilidad de Kazajistán, donde Beijing tiene muchos intereses estratégicos y económicos, especialmente en lo que respecta a la operatividad de los gasoductos y oleoductos que la abastecen. "No hay noticias de ningún bloqueo de las infraestructuras energéticas, ni de que estén en la mira de las protestas", explica Kenderdine. El investigador señala que cualquier grupo que desee llegar al poder no sabotearía los gasoductos y oleoductos, que son la fuente de la riqueza del país. También deja en claro que la crisis no tiene nada que ver con las relaciones del país con China.