Rajapaksa pide a Beijing que reestructure su deuda. Ante la mirada atenta de la India
de Arundathie Abeysinghe

Endeudado y luchando contra una severa crisis financiera, Colombo intenta equilibrar los intereses de Beijing, Delhi y Washington. La isla necesita divisas para pagar el incremento de las importaciones como resultado de la pandemia. El problema de la "trampa de la deuda" china. Los acuerdos petroleros con la India.

 


Colombo (AsiaNews) - Gotabaya Rajapaksa ha pedido ayuda a China para reestructurar la elevada deuda contraída con los acreedores chinos. Como parte de los esfuerzos del gobierno para superar la actual crisis financiera, el presidente de Sri Lanka presentó el pedido en su encuentro con el canciller chino, Wang Yi.

Wang llegó a Sri Lanka el 8 de enero para una visita oficial de dos días, acompañado por una delegación de 18 funcionarios. Las partes celebraron el 65° aniversario de sus relaciones diplomáticas y los 70 años de la firma del pacto comercial sobre el intercambio de arroz chino y caucho de Sri Lanka.

La última visita de Wang a Sri Lanka fue en enero de 2020, cuando Rajapaksa asumió el cargo de presidente en medio de la preocupación por la deuda de Colombo con Beijing. La isla se ha endeudado a raíz de varios proyectos de infraestructura como el puerto estratégico de Hambantota. Los chinos asumieron el control del puerto con un contrato de arrendamiento de 99 años: un canje de deuda por activos que produjo preocupación a nivel mundial respecto del modelo de inversión que emplea China en el marco de la Belt and Road Initiative (BRI).

Sri Lanka enfrenta una crisis económica agobiante provocada por la elevada deuda y la escasez de dólares. Debido a los efectos de la pandemia de covid-19, la isla se ha visto obligada a buscar fondos para reconstruir las reservas de divisas que necesita para pagar los crecientes costos de las importaciones. La situación se agrava por las pérdidas en el sector turístico, una de las principales fuentes de ingresos el país.

El gobierno de Colombo intentan equilibrar las relaciones con las grandes potencias (China, India y EE. UU.) para obtener los fondos necesarios para su propio rescate financiero. En los últimos años el país se ha beneficiado con miles de millones de dólares en préstamos blandos de China, su cuarto mayor acreedor en términos absolutos. Por ejemplo, los chinos han desembolsado más de $ 5 mil millones para el Puerto de Hambantota y el Aeropuerto Internacional de Mattala - proyectos emblemáticos de la Belt and Road - así como para carreteras y una central eléctrica de carbón. Sin embargo, los críticos opinan que los fondos se han utilizado para "elefantes blancos", megaproyectos con escasa rentabilidad, cosa que Beijing niega.

Además de la solicitud de reestructuración de la deuda, Rajapaksa también pidió a China que ofrezca "condiciones preferenciales" para sus exportaciones a Sri Lanka, por un valor aproximado de 3.500 millones de dólares en 2020. Según fuentes oficiales, el presidente de Sri Lanka también quiere permitir que los turistas chinos visiten la isla, siempre que cumplan una estricta normativa sobre el coronavirus que incluye alojarse en hoteles previamente aprobados y visitar solo determinadas atracciones turísticas. Antes de la emergencia sanitaria, los chinos constituían el principal flujo turístico en el país.

Como señalan los analistas, la isla es una pieza fundamental de la Belt and Road, un plan a largo plazo para financiar y construir infraestructura que conecte a China con el resto del mundo. Sin embargo varios gobiernos, especialmente el de EE. UU., han calificado a la BRI como "trampa de la deuda" para las naciones más pequeñas como Sri Lanka.

Colombo tiene que pagar aproximadamente .500 millones de deuda externa en 2022, comenzando con un bono de 0 millones de dólares que vence el 18 de enero. A fines de diciembre, el país insular recurrió a un swap de divisas de .500 millones con China para aumentar sus reservas a .100 millones.

Wang realizó su viaje a la isla en momentos en que las relaciones entre Beijing y Colombo están muy tensas. La manzana de la discordia es el tema del fertilizante orgánico contaminado que suministró a Sri Lanka una empresa china. La empresa ha pedido un arbitraje internacional en Singapur contra el gobierno de Sri Lanka. Es una acción legal raramente emprendida por China contra un socio cercano.

Los analistas políticos opinan que la visita del ministro chino forma parte de los planes de Beijing para tratar de equilibrar la influencia de la India y Estados Unidos en el Indo-Pacífico. En este sentido, Wang presentó varias propuestas de inversión, entre ellas el proyecto "Colombo Port City" de 1.400 millones de dólares.

Lo que preocupa a la India es que China quiere consolidar su influencia en Sri Lanka, adquirida por medio de inversiones masivas durante más de una década. Delhi considera que Beijing utiliza sus inversiones para adquirir activos de Sri Lanka, una política que amenaza la paz y la estabilidad en todo el sur de Asia.

A principios de 2021 la India presentó a Sri Lanka una "enérgica protesta" porque había adjudicado a una empresa china la construcción de plantas de energía renovable en las islas Delft, Nagadeepa y Analthivu, que se encuentran frente a la costa de Jaffna y muy cerca del Estado indio de Tamil Nadu.

El 6 de enero Colombo firmó un acuerdo con la unidad local de Indian Oil Corporation (Lanka IOC) para arrendarle 75 depósitos de petróleo; a cambio, la isla está cerca de conseguir una línea de crédito de 500 millones de dólares para comprar combustible indio, en otro esfuerzo para atraer divisas. Ya en 2003 Sri Lanka había aceptado arrendar todos sus 99 depósitos de petróleo a la India.