Entre miedos y esperanzas, Damasco recorre la 'ruta de la seda' china

Representantes de Beijing y Siria firmaron el ingreso oficial a la Belt and Road Initiative. Para los órganos de prensa oficiales es un medio para fortalecer y relanzar las relaciones bilaterales. China ha enviado un millón de vacunas anti-Covid y Assad convoca al eje de la "resistencia". Para los que están a favor, es una respuesta a la bomba de pobreza provocada por el conflicto. Pero otros hablan de "ir de mal en peor".


Damasco (AsiaNews)- Como signo de una renovada alianza en clave económica y antioccidental, Damasco y Beijing firmaron en los últimos días una serie de memorandos de entendimiento que marcan el ingreso oficial de Siria a las “nuevas Rutas de la Seda” de Beijing . Tras años de rumores y negociaciones, el gobierno del presidente Bashar al-Assad hizo oficial su adhesión a la Belt and Road Initiative, el plan global de infraestructuras que lanzó Xi Jinping en 2013 para acrecentar la centralidad comercial -y, al mismo tiempo geopolítica- del gigante asiático.

La noticia fue recibida con opiniones encontradas: los que están a favor creen que podría ser decisiva para la reactivación del país tras la guerra y la crisis económica agravada por las sanciones occidentales, en el que la "bomba de la pobreza" tiene repercusiones y efectos incluso peores que el propio conflicto . Otros no ocultan el temor a quedar atrapados en la red del dragón, como les ha ocurrido a muchos otros países actualmente endeudados por miles de millones de dólares con Beijing. Tan es así que una fuente institucional de AsiaNews en Damasco, bajo condición de anonimato, afirmó que “vamos de mal en peor” y entre tanto la paz y la recuperación “siguen siendo un sueño lejano”.

El acuerdo fue firmado por Fadi al-Khalil, presidente de la Comisión Siria de Planificación y Cooperación, y Feng Biao, embajador chino en Damasco. "Siria - dijo Khalil - fue una de las naciones fundadoras de la antigua Ruta de la Seda, sobre todo las ciudades de Alepo y Palmira. Con esta iniciativa reactivaremos esa vía maestra” y al mismo tiempo “reforzaremos la cooperación mutua en un marco de relaciones amistosas”. El embajador Feng también expresó su satisfacción y afirmó que se habían trazado "objetivos y proyectos" para "fortalecer" las relaciones y "la participación china en la reconstrucción económica de Siria"

Los órganos de prensa oficiales de los respectivos países también celebraron el acuerdo. Sana, el diario sirio, afirma que permitirá "ampliar los horizontes de colaboración con China" y los países asociados, con el intercambio de bienes, tecnología y capitales, sumado al movimiento de personas y el enriquecimiento a nivel cultural. En una entrevista con el Global Times, Zhou Rong, experto del Chongyang Institute for Financial Studies de la Universidad Renmin, explica que "la participación de Siria en la Belt and Road significa que la iniciativa [de Xi] ya no tiene puntos ciegos en Oriente Medio, lo que demuestra su influencia y atractivo” para la región. Prueba de ello sería el ingreso anterior de Arabia Saudí, Irán y Turquía, por citar algunos ejemplos.

Analistas y observadores entrevistados por Newsweek recuerdan que en la firma del acuerdo también influyeron las durísimas sanciones occidentales -entre ellas la Caesar Act estadounidense- contra Damasco, en la esperanza de conseguir un salvavidas y un impulso para las inversiones. Los daños causados por la guerra, civil interna y como campo de batalla entre potencias regionales e internacionales en suelo sirio, todavía son muy evidentes y cada vez hay más pruebas del progresivo empobrecimiento de la sociedad. Por eso era urgente reactivar la economía y devolverle centralidad a un país relegado.

Por otra parte hace tiempo que Beijing y Damasco trabajan para reforzar la cooperación bilateral, confirmada también por la larga conversación telefónica entre Xi y Assad, en el mes de noviembre. Recientemente China envió a Siria un millón de dosis de vacunas - aunque de dudosa eficacia - para luchar contra el covid-19. Por último, la semana pasada el presidente sirio pidió una ampliación del "eje de resistencia" de países y actores no estatales que se oponen a Occidente y sus políticas en la región.