Tres muertos y 25 heridos en el atentado en Lahore. Se rompe la tregua con los talibanes
de Shafique Khokhar

Entre las víctimas fatales hay una niña de nueve años. Algunos heridos se encuentran en estado crítico. La explosión se produjo en el Anarkali Bazaar, uno de los lugares más concurridos de la metrópoli. El gobierno suspende el alto el fuego con el TTP. Al menos cinco ciudades están en alerta máxima por el riesgo de nuevos atentados.


Lahore (AsiaNews) - Al menos tres personas murieron y 25 resultaron heridas - el balance es provisorio - en la enorme explosión que sacudió ayer por la tarde el Anarkali Bazaar de Lahore, en la provincia de Punjab. Al principio, la policía supuso que el incidente se produjo por el estallido de una bombona de gas. Sin embargo, con el paso de las horas se estableció que el origen sería un artefacto casero colocado en la zona

A las 13:49 se produjo la explosión, que acabó con la vida de una niña de nueve años. La ola expansiva destrozó las ventanas y los cristales de varios edificios y comercios de la zona. Según las primeras informaciones filtradas por los investigadores, el artefacto explosivo improvisado (IED, improvised explosive device) fue colocado en una moto aparcada cerca de un banco local: pesaba alrededor de 1,5 kg y provocó un cráter de casi medio metro. 

Fuentes hospitalarias indicaron que al menos cuatro de los heridos tuvieron que someterse a una cirugía y se encuentran en estado crítico.

Anarkali es uno de los lugares más característicos y concurridos de la metrópoli pakistaní, con muchas tiendas, mercados y centros de negocios. La ministra de Sanidad del Punjab, Yasmin Rashid, informa de que al menos 28 personas fueron trasladadas de urgencia al Hospital Mayo y una de ellas falleció. La niña de nueve años falleció en el lugar de la explosión, mientras los médicos intentaban reanimarla. 

La policía y los cuerpos de seguridad han iniciado investigaciones en busca de los responsables. El subcomisario Umer Sher Chattha dice que se analizarán las imágenes de las cámaras de seguridad de la zona, en busca de pistas. Mientras tanto, el ministro del Interior, Sheikh Rasheed, anunció la suspensión del alto el fuego entre el gobierno y los talibanes paquistaníes (TTP, Tehreek-e-Taliban Pakistan). En estas horas rige un alerta máxima en cinco grandes ciudades del país, ante el temor de nuevos atentados. El primer ministro Imran Khan condenó la explosión y pidió a las autoridades sanitarias que hicieran todo lo posible para garantizar la atención de los heridos.

El 17 de enero pasado, un policía y dos personas resultaron heridos en un ataque perpetrado por un grupo de hombres armados en un puesto de control de Islamabad. En declaraciones a AsiaNews, el activista de derechos humanos Zahid Farooq pidió a la comunidad cristiana paquistaní que rezara por la paz en Pakistán, por los que han perdido la vida y por los heridos que necesitan tratamiento y medicinas. Por último, reiteró su llamamiento a la población para que no abandone sus hogares a no ser por motivos urgentes, mientras rija el alerta roja decretada por el gobierno.