Para Sri Lanka, las importaciones son cada vez más caras. China e India han otorgado líneas de crédito, pero los analistas señalan que son soluciones a corto plazo. Debido a la imposibilidad de comprar combustible, el gobierno anunció cortes diarios en el suministro de electricidad.
Colombo (AsiaNews) - Además de la creciente crisis de la deuda y la escasez de divisas debido a la disminución constante de las reservas, Sri Lanka también está atravesando una grave escasez de bienes de primera necesidad, como alimentos, medicamentos, gas y combustible. El fuerte aumento de los precios de los alimentos está haciendo que los medios de subsistencia sean demasiado gravosos e insostenibles para la mayor parte de la población. Esto ha llevado a que la moneda nacional (la rupia de Sri Lanka) pierda valor y que las importaciones sean cada vez más caras.
Los ingresos de divisas han pasado de canales formales a informales: las remesas de los trabajadores a través de los primeros, por ejemplo, cayeron a $ 271 millones en noviembre de 2021, el mínimo histórico desde 2010. En cambio la deuda externa del país insular sigue aumentando y el pago de más de seis mil millones de dólares en 2022 se está convirtiendo en una seria preocupación.
El único elemento positivo de este deprimente escenario es la permuta de divisas (currency swap) y las líneas de crédito establecidas con India y China. India acordó una permuta de divisas y dos líneas de crédito por valor de $ 500 millones cada una. Una se usará para importar alimentos y medicinas, y la otra para importar combustible indio. Estos dos mecanismos financieros son significativos teniendo en cuenta el estado precario de las reservas de divisas nacional, insuficientes para satisfacer las necesidades inmediatas de Sri Lanka, incluyendo la compra de bienes de primera necesidad. China también otorgó un currency swap con el yuan por valor de 1.500 millones de dólares y una línea de crédito de 500 millones de dólares. El crédito chino será útil para importar materias primas para la industria, aunque los analistas coinciden en que estas medidas son solo soluciones a corto plazo.
Los economistas sostienen que la deuda de Sri Lanka se debe reestructurar con ayuda financiera del exterior. Un tipo de cambio realista o determinado por el mercado también aumentaría las remesas extranjeras. El aumento de la producción nacional de bienes y servicios es crucial para resolver el problema de la balanza de pagos y se considera una solución a más largo plazo para poner fin a la crisis.
Según el gobernador del Banco Central de Sri Lanka, Ajith Nivard Cabraal, los 500 millones de dólares del International Sovereign Bond se pagaron a tiempo el 18 de enero, lo que confirma que Sri Lanka ha logrado cumplir con sus compromisos y evitar la bancarrota.
Para que los flujos de divisas regresen a los canales formales y de esa manera aliviar la escasez, los analistas señalan que es necesario permitir que la rupia se devalúe a tasas más realistas.
Debido a la grave escasez de dólares y la imposibilidad de importar la cantidad necesaria de combustible, Sri Lanka también sufre una grave crisis de electricidad. Según fuentes del Ceylon Electricity Board, varias centrales eléctricas deberán cerrar por falta de combustible y se perderán al menos 183 megavatios en la red eléctrica, lo que obligará al gobierno a imponer cortes de energía en las horas punta, especialmente por la noche, si no se dispone de suficientes reservas de gasóleo para las centrales. El ministro de Energía, Udaya Gammanpila, advirtió que será necesario realizar cortes diarios de energía de hasta cuatro horas si el país no logra obtener un "gran préstamo" para marzo de 2022.