Olimpiadas de Beijing: los grandes sponsors, entre los dos fuegos del conflicto China-EEUU

Han firmado contratos por más de mil millones de dólares con el Comité Olímpico. Presionados por las violaciones de derechos humanos en China, deben elegir entre perder su reputación internacional o renunciar al mercado chino. En general, prefieren no irritar a Beijing


Beijing (AsiaNews) - Los 12 principales sponsors internacionales de las Olimpiadas de invierno de Beijing se encuentran entre los dos fuegos del enfrentamiento geopolítico entre Estados Unidos y China. Intentan encontrar una salida que no dañe su reputación comercial y tampoco les haga perder el rico mercado chino.

Los Juegos se inaugura el 4 de febrero en medio de estrictas medidas de prevención por la pandemia de Covid-19 y marcados por la ausencia de espectadores extranjeros.

En total, los 13 patrocinadores oficiales han firmado contratos por valor de más de mil millones de dólares con el Comité Olímpico Internacional. Además de las 12 multinacionales extranjeras, la lista también incluye a Alibaba, el gigante chino del comercio electrónico.

Con una estrategia bien calibrada, Airbnb, Allianz, Atos, Bridgestone, Coca-Cola, Intel, Omega, Panasonic, Procter & Gamble, Samsung, Toyota y Visa dan poca cobertura publicitaria al evento en Occidente, pero lo hacen de forma masiva en China. Para no captar demasiada atención, los patrocinadores olímpicos también limitan su publicidad del evento en las redes sociales.

Los grandes grupos han decidido ignorar el boicot diplomático de EE.UU y sus aliados contra los Juegos Olímpicos, adoptado por motivos humanitarios. Esta opción debilita la posición de Washington y pone a las multinacionales estadounidenses en la mira del Congreso americano. Por otro lado, las grandes empresas instan a la administración Biden a poner fin a la guerra comercial desatada por su predecesor, Trump, contra Beijing

Las marcas internacionales como Adidas o Nike saben muy bien qué significa posicionarse en contra del gobierno chino. El año pasado, Beijing orquestó un boicot comercial para castigar a las empresas extranjeras que criticaban a China por su trato inhumano hacia los uigures de Xinjiang.

Luego de que H&M anunció que dejaría de adquirir algodón procedente de la región autónoma china, el boicot de los consumidores chinos hizo que el grupo sueco perdiera 74 millones de dólares en solo tres meses. Expertos de la ONU, académicos y organizaciones humanitarias sostienen que el algodón de Xinjiang se produce explotando el trabajo forzado de los uigures y otras minorías de habla turca y fe islámica.

Los analistas señalan que, en última instancia, las empresas estadounidenses prefieren el descontento de la opinión pública nacional y de sus propios gobernantes, antes que irritar a China. Lo segundo tiene costos mayores y más tangibles, y las compañías se doblegan para salvar su negocio. El régimen chino ha impuesto un código de conducta para los atletas y el personal de las delegaciones olímpicas, pero también para las empresas extranjeras que participan en el evento. Como señala el New York Times, en los contratos que firman, estas empresas se comprometen a no plantear cuestiones políticas sensibles.