Una horda de fanáticos ató a Muhammad Mushtaq a un árbol y lo mató. Según el custodio de la mezquita local, el hombre había quemado páginas del Corán. La policía no pudo intervenir. Los habitantes locales dijeron que Ahmed padecía trastornos mentales.
Mian Channu (AsiaNews) - Una multitud de fanáticos asesinó a un hombre acusado de quemar páginas del Corán. Muhammad Mushtaq fue atado, torturado y luego apedreado a muerte en el distrito de Khanewal, en Punjab.
El custodio de una mezquita dijo que vio al hombre dentro del edificio quemando páginas del Corán, el libro sagrado de los musulmanes. Antes de informar a la policía, comentó el episodio con algunos vecinos de la zona.
El inspector Munawar Hussain, de la comisaría de Talumba, dijo que se redactó el informe preliminar del caso, pero luego añadió que fue imposible salvar al hombre porque ya estaba en manos de la multitud enfurecida. La horda impidió que la policía interviniera, hiriendo a algunos agentes. El inspector explicó que cuando llegaron los refuerzos, ya era demasiado tarde: el hombre había sido atado a un árbol y los extremistas lo estaban golpeando a muerte mientras gritaban consignas religiosas. Según algunos testigos, antes de ser linchado, Mushtaq estaba bajo custodia policial, pero los fanáticos lo sacaron a rastras.
El inspector general de la policía de Punjab, Rao Sardar Ali Khan, ordenó a la policía de Multan que lleve a cabo una investigación exhaustiva sobre el caso. Hasta el momento, las fuerzas del orden confirmaron el arresto de más de 80 personas relacionadas con el linchamiento.
Tras la entrega del cuerpo a la familia, ayer tuvo lugar el funeral. Cientos de lugareños asistieron y ofrecieron sus oraciones en la mezquita de Ghousia. Los aldeanos de Bara Chak también declararon que Mushtaq Ahmed sufría trastornos mentales desde hace por lo menos 15 años y que a veces desaparecía de su casa durante días. "Antes de la enfermedad mental, era un jugador de fútbol decente y de buen carácter", dijo un propietario del pueblo.
El primer ministro paquistaní, Imran Khan, declaró que su gobierno tiene "tolerancia cero con cualquiera que decida hacer justicia por mano propia" y que este caso se "tratará de acuerdo con las leyes".
No es el primer episodio en el que los extremistas matan a un hombre acusado de blasfemia. En diciembre, en Sialkot, un empresario de nacionalidad esrilanquesa fue acusado por haber retirarado carteles con versos coránicos de la fábrica donde trabajaba. El hombre fue asesinado y luego quemaron su cuerpo.