Las nuevas formas de salvar las lenguas tribales
de Alessandra De Poli

Más de 200 lenguas han desaparecido en la India en los últimos 50 años y se considera que otras 197 están en peligro. La mayoría de las lenguas de los adivasi son orales. Las que cuentan con un sistema de escritura no tienen cabida en Internet ni en documentos oficiales. Pero algo ha ido cambiando en los últimos años: cada vez hay más iniciativas desde abajo para preservar el patrimonio cultural de las tribus indígenas.

 


Nueva Delhi (AsiaNews)- El hecho de que una lengua corresponda a un sistema de escritura no se puede dar por descontado. En la India hay cientos de lenguas que existen solo en forma oral y corren peligro de desaparecer en las próximas décadas porque solo las habla una comunidad pequeña, en la mayoría de los casos tribales. Son lenguas que no se utilizan fuera del contexto familiar o tribal, generalmente ausentes en documentos oficiales o redes sociales. Pero algo está cambiando en los últimos tiempos.

Ganesh Birua, que ahora tiene 23 años, descubrió recién en 2014 que su lengua adivasi, el ho, tiene un alfabeto, llamado warang citi. Después de aprenderlo de manera autodidacta, ahora trata de difundirlo a través de sus perfiles sociales. Lingüistas e investigadores lo contactaron para incorporar el warang citi en el estándar Unicode, el sistema que asigna un código unívoco a cada carácter para que las escrituras del idioma se vean iguales en todos los teclados de los dispositivos digitales del mundo.

En 2008, Malati Murmu, cansada de leer noticias solo en inglés, hindi y otros pocos idiomas, fundó un periódico en lengua santalí, el Fagun, que al principio solo imprimía 500 ejemplares y ahora tiene 5 mil. Como método de escritura se utiliza el ol chiki, un alfabeto inventado en 1925 por el escritor Ragunath Murmu. Para Malati, el principal objetivo del periódico es “proteger la lengua y la literatura santalí y promover la cultura tribal”.

Banwang Losu comenzó en 2001, cuando solo tenía 17 años, a pensar en un sistema de escritura para el wancho, su lengua materna - que se habla principalmente en Arunachal Pradesh - para reemplazar las letras latinas. En 2019, el alfabeto que desarrolló en 20 años de investigación se incluyó en el estándar internacional unicode.

En 1971 la India realizó un censo lingüístico pero excluyó todas las lenguas con menos de 10 mil hablantes, umbral que para Naciones Unidas determina el riesgo de extinción. En los últimos 50 años han desaparecido al menos 220 y otras 197 se consideran en peligro. De estas, solo dos entran en el octavo anexo de la Constitución india que reconoce 22 lenguas oficiales en todo el país. Pero según algunas estimaciones, en el subcontinente indio se hablan más de 19.500 dialectos y modismos nativos. Además del ho y el santali, el sura, el munda y el kui son las únicas lenguas tribales que tienen un sistema de escritura.

Los tribales, o adivasis, son los pueblos indígenas del subcontinente indio. Es un mosaico de pueblos y tribus al margen de la sociedad, pobres, con poco acceso a la educación, y en su mayoría animistas o cristianos.

Perder una lengua equivale a perder todo un patrimonio cultural: “Las lenguas tribales son un tesoro de conocimientos sobre flora, fauna y plantas medicinales. Esta información se suele transmitir de generación en generación. Sin embargo, cuando una lengua desaparece, también desaparecen los conocimientos asociados a ella”, afirma Ayesha Kidwai, del centro de lingüística de la Universidad Jawaharlal Nehru de Nueva Delhi.

El problema de poder hablar y escribir en la lengua materna propia se vuelve más apremiante con Internet. Según las estadísticas de 2017, el 70 % de los usuarios indios de Internet confían más en los contenidos en su lengua materna que en los contenidos en inglés. No tener contenidos disponibles en la lengua materna es un gran obstáculo para acceder al conocimiento y empobrece el debate cultural. En un país como la India, donde hay 658 millones de internautas -menos de la mitad de la población total- y donde las campañas de desinformación en las redes sociales están a la orden del día, el problema es aún mayor.

La forma más inmediata de documentar una lengua en riesgo que carece de un sistema de escritura es recopilar material audiovisual: grabaciones de personas que hablan su lengua materna. Aún así, sin embargo, existe el peligro de crear un gran archivo y seguir manteniendo aislada a la comunidad tribal.

En 2014 el periodista Shubhranshu Choudhary creó CGNet Swara, una plataforma en línea dedicada a la región central de Gondwana, donde se pueden escuchar historias y noticias en lengua gondi. Cualquier persona, en cualquier lugar de la India, puede grabar contenidos llamando al número correspondiente al sitio. Los relatos se pueden escuchar a través de Internet (algo que no se da por sentado en contextos rurales) o llamando a un número de teléfono. Es un modelo de diálogo como cualquier otra red social, pero que respeta la tradición oral de la tribu gondi. De hecho, dos millones de personas hablan esa lengua, pero solo 100 pueden escribirla.

Por lo tanto, dotar a una lengua de su propio sistema de escritura, un script, no siempre es la solución definitiva del problema. El año pasado el alfabeto ho, el warang citi, fue eliminado del estándar Unicode porque carece de "una comunidad moderna de usuarios nativos capaces de usar el alfabeto de manera mnemotécnica para un lenguaje familiar" y por "la naturaleza poco comprendida de este sistema de escritura". En otras palabras, es necesario que la comunidad destinataria sepa leer y escribir, no solo hablar su propia lengua.

Sin embargo, otros miembros de la comunidad han logrado crear teclados y aplicaciones en ho. Hercules Munda, por ejemplo, creó una aplicación de juegos de lenguaje utilizando algunas lenguas de la familia munda -de la que forma parte la lengua ho y la tribu a la que él mismo pertenece- y descubrió que la descargaban sobre todo los padres que se habían mudado a la ciudad - y por lo tanto habían abandonado su contexto tribal de origen - y utilizaban la aplicación para jugar con sus hijos.

Las iniciativas son individuales, porque el Estado indio hace poco o nada para preservar las lenguas y culturas tribales. En 2013 se fundó el Scheme for Protection and Preservation of Endangered Languages (Sppel), cuyo "único objetivo", dice en el sitio web, "es documentar y archivar las lenguas del país que se encuentran en peligro o que podrían estar en peligro en un futuro próximo".

El año pasado hubo un anuncio positivo en el Estado oriental de Orissa, donde vive la mayoría de los adivasis de la India: los libros de texto de la escuela primaria se publicarán en 21 idiomas tribales usando el alfabeto oriya, excepto el santali, que puede seguir usando el ol chiki. El proyecto, denominado Samhati, no es fácil de implementar. Aparte del problema de la estandarización de todos los dialectos (las comunidades tribales de Orissa son al menos 62 y los niños que deben recibir educación tribal son más de 2 millones),  cerca de 1.000 docentes deberán adquirir competencias lingüísticas en lenguas tribales. 

 

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