La oración de los ortodoxos por la salvación del Donbass
de Vladimir Rozanskij

Mensaje de paz del Metropolitano de Donetsk y Mariupol, ante al peligro de una guerra entre Moscú y Kiev. Hilarion pide salvar el Donbass "unido, trabajador y ortodoxo". Los monasterios deben prepararse para acoger a los necesitados. Los fieles deben tender la mano al prójimo.


Moscú (AsiaNews) - En un mensaje, el metropolita ortodoxo de Donetsk y Mariupol, Hilarión (Shukalo), de la jurisdicción ucraniana leal al Patriarcado ruso, se dirigió al clero y al pueblo "del Donbass, que se pone en manos de Dios". Pidió que se intensificaran las oraciones por la paz frente al recrudecimiento del conflicto bélico en todo el territorio de la metrópoli.

El texto refleja la angustia "porque una vez más, nos encontramos en la más absoluta incertidumbre sobre el mañana, que no promete nada bueno. ¿Cuántas veces, en los últimos años, hemos tenido que soportar esta guerra cruel y absurda? Las heridas de la guerra siguen abiertas y sangran, las casas de nuestros pobres todavía no fueron reconstruidas, como tampoco los santuarios profanados de nuestra diócesis”.

Hilarion explica que la región es conocida en todo el mundo por sus logros en el ámbito del trabajo y la producción, pero también es digna de elogio por su fe inquebrantable: "No es casual que hablemos del Donbass ortodoxo, que sabe trabajar, pero también rezar". La población local ha dado pruebas de su solidaridad recíproca e incluso los monasterios se han puesto a disposición de los desplazados y los que sufren.

Además de las amenazas y los bombardeos, la situación se agrava por la dura situación epidemiológica: hay muchísimas personas enfermas de coronavirus y la asistencia sanitaria es muy precaria, de modo que "tendremos que compensar” estas carencias “con una oración cada vez más intensa". “No tenemos la fuerza para cambiar la situación, pero Dios Todopoderoso puede salvar y cambiar las cosas en un abrir y cerrar de ojos".

Hilarion recuerda las palabras del beato Efrén de Siria, según el cual "todo viene de Dios, el bien, el dolor y la vergüenza: el primero, por gracia; el segundo, para nuestra edificación; y la tercera, por concesión". En vísperas del inicio de la Cuaresma, estas palabras y estas circunstancias nos "llaman a la más auténtica conversión". “Si nosotros cambiamos, también podremos cambiar la triste realidad que nos rodea".

“Invitamos a los monasterios, expertos en la hospitalidad de los peregrinos, a abrir sus puertas a todos los necesitados”, "que precisen de un refugio, comida y consuelo". En cuanto a los fieles, "no deben permanecer indiferentes a los demás. Deben tender la mano al prójimo y demostrar con hechos su pertenencia a Cristo".

La oración del Donbass es "por toda la comunidad de la única Iglesia de Cristo, formada por hombres de paz que se dirigen a todas las personas de buena voluntad, y a aquellos que tienen la responsabilidad de tomar las decisiones, para que logren la paz, la custodia del bien común y la comprensión mutua".

El Metropolitano concluyó su llamamiento con palabras de esperanza: "¡Creo sinceramente que podremos vivir felizmente en nuestro Donbass ortodoxo, hermoso, unido y trabajador! Gloria, honor y paz a todos los que desean el bien (Rom 2,10)".