Ciudadanía, oportunidades y libertad: la mirada de Ekrem İmamoğlu sobre Estambul (y Turquía)
de Dario Salvi

AsiaNews se reunió con el alcalde de Estambul, la capital económica y comercial de Turquía. El encuentro fue al margen del evento “El Mediterráneo, frontera de paz". Para el gobernador, la invasión rusa a Ucrania es una "vergüenza" y espera que pueda llegarse a una "solución" a través del "diálogo". Su atención se centra en los jóvenes y los sectores más débiles de la población. Las religiones constituyen una riqueza y el Estado debe ser laico.


Florencia (AsiaNews) - La invasión rusa a Ucrania es una "vergüenza" que ha traído nuevamente la guerra al corazón de Europa, y para la que hay que encontrar una "solución" a través del "debate y el diálogo". Y de nuevo, el concepto de "ciudadanía" como elemento que une a los habitantes de un territorio, independientemente de la religión que profesen, borrando el término "minoría" en una realidad en la que sus miembros pueden beneficiarse de la "igualdad de derechos y deberes". Es lo que afirma durante una entrevista con AsiaNews Ekrem İmamoğlu, el alcalde de Estambul. El funcionario viajó a Italia para participar en la conferencia “El Mediterráneo, frontera de paz", que se desarrolló en Florencia del 23 al 27 de febrero.

Líder carismático y exponente de primera línea del partido opositor CHP (Partido Popular Republicano), fue capaz de derrotar al candidato oficialista y ex primer ministro Binali Yıldırım en las elecciones del 2019. Así asumió el control de la capital económica y comercial del país. Para los analistas y expertos,  İmamoğlu es uno de los aspirantes con más autoridad en las elecciones presidenciales de 2023, y uno de los pocos que podrían desafiar el liderazgo de Recep Tayyip Erdogan y el AKP, instalados en el poder desde hace décadas. A continuación, la entrevista completa:

 

Alcalde İmamoğlu, empecemos por la actualidad: ¿qué repercusiones puede tener la invasión rusa de Ucrania en el Mediterráneo y Oriente Medio?

Este siglo no se merece una guerra que considero inaceptable, deberíamos discutir todo lo que podamos hacer para resolver este asunto. Las naciones deben reunirse y encontrar una solución, mediante el debate y el diálogo. Condenamos este ataque y esperamos que [la disputa] pueda resolverse lo antes posible, para restablecer la paz en la zona. En este siglo de pandemia [de Covid-19] y crisis económica, ahora también tenemos una guerra en el corazón de Europa... ¡Es una vergüenza! 

 

Mencionó la pandemia. ¿Cuál es la situación de Estambul tras dos años de Covid y una crisis económica nacional? 

El mundo se enfrenta a una crisis económica, pero Turquía es una de las naciones que la está sufriendo más profundamente. Nuestra ciudad es una de las más expuestas debido a su gran población, que incluye dos millones de refugiados de un total de 16 millones de personas, pero si añadimos la población activa que la rodea, llegamos a casi 20 millones. Cuando asumimos el gobierno de Estambul hace tres años, el presupuesto reservado a las políticas sociales rondaba el 3-4%, hoy lo hemos elevado al 15-20% para el bienestar de nuestros ciudadanos, especialmente niños, jóvenes y madres. Nos hemos propuesto crear un puente entre los más acomodados y los pobres, para que unos puedan ayudar a los otros.

 

Durante años, Turquía promovió una política de acogida de refugiados, especialmente sirios. La crisis obligó a realizar cambios radicales...

Nuestro país supo promover con éxito una política de acogida hacia los refugiados, aún cuando se cometieron algunos errores y esto condujo a una sociedad donde los refugiados constituyen un sector considerable. Con la guerra de Siria, asistimos al fracaso de la comunidad internacional, que no ha sido capaz de gestionar la emergencia y hacer lo suficiente para resolver la crisis. Espero que la guerra entre Rusia y Ucrania no se convierta en otro fracaso en este sentido, sino que pueda resolverse lo antes posible para evitar el riesgo de otra enorme ola de refugiados e inmigración. Sólo en Turquía tenemos más de cinco millones de sirios, luego están los demás [de Afganistán, Irak, etc.]: la verdadera solución es garantizarles que puedan regresar seguros a sus hogares y a su tierra, y que puedan vivir en paz. 

 

Un estudio reciente muestra una profunda insatisfacción entre los jóvenes de Turquía, que cada vez están más deseosos de emigrar. ¿Qué medidas piensa tomar para frenar el éxodo?

Estambul se enfrenta a los mismos retos que todas las grandes ciudades del mundo: urbanización, cambio climático, calidad de vida y lucha contra la pobreza. Para nosotros el reto es aún mayor porque es una metrópoli joven: casi el 50% de la población es menor de 30 años, y tenemos que darles esperanza, hacerles entender que pueden alcanzar sus metas y que los sueños pueden hacerse realidad. Sin embargo, a ello se suman problemas que afectan a toda la nación como la educación, la búsqueda de empleo, por lo que los jóvenes más formados o con más oportunidades buscan una solución en el extranjero. La única manera de invertir esta tendencia es introducir cambios profundos en las políticas nacionales para que Turquía -y Estambul- siga siendo una tierra de oportunidades. El año que viene celebraremos el centenario [de la república y se celebrarán elecciones presidenciales, ed] y creo que habrá transformaciones profundas, los jóvenes podrán redescubrir nuevas oportunidades en su país. 

 

Hace un año, el Papa Francisco realizó una visita histórica a Irak. ¿Qué puede decirnos sobre el diálogo interreligioso y las relaciones entre cristianos y musulmanes?

Considero que la unión de estas partes es una riqueza, una variedad de colores que enriquece la ciudad, y Estambul es quizá el centro más bello del mundo en este sentido. Cuando asumimos el gobierno de la metrópoli, desde un principio tratamos de garantizar la mayor confrontación y el diálogo entre las distintas religiones, e hicimos lo mismo en la administración municipal, eligiendo a personas de credos distintos (además de la edad y el sexo), para que, desde dentro, se garantizara que los funerales y las bodas se celebraran de acuerdo con el culto practicado. 

El objetivo es unirse y discutir las necesidades y requerimientos de cada uno; también promovemos reuniones para tratar los temas más importantes y encontrar -en la medida de lo posible- soluciones a los problemas. Para todos es una especie de viaje espiritual e, independientemente del credo que cada uno profese, es una oportunidad para madurar. Al mismo tiempo, como alcalde, yo apoyo el valor de la laicidad del Estado y de las instituciones y la libertad religiosa. Espero que Estambul sea cada vez más una ciudad en la que todos los creyentes puedan vivir felices y en paz. Otro punto es no utilizar el término "minoría", porque todos somos "ciudadanos" y miembros de una comunidad con los mismos derechos y deberes. Esto se aplica a la ciudad que administro y al país: ¡es mi deseo para el futuro!