Yoon, el exfiscal que quiere dar vuelta la página en Seúl
de Guido Alberto Casanova

En las elecciones presidenciales del 9 de marzo se avecina un cabeza a cabeza en el que el candidato conservador está decidido a dejar atrás la era Moon. Menos público y más privado en la economía, relanzamiento de la producción de energía nuclear y eliminación del ministerio de Igualdad de género son algunos puntos de su programa.


Seúl (AsiaNews) - Corea del Sur acudirá a las urnas el 9 de marzo para elegir al nuevo presidente. Según las últimas encuestas, el resultado debería ser un cabeza a cabeza entre el candidato demócrata Lee Jae-myung y el conservador Yoon Seok-youl. Aunque el margen es cada vez más estrecho, Yoon ha terminado primero en casi todas las encuestas de las últimas semanas.

La carrera política de Yoon es la historia de un ascenso meteórico. En efecto, hasta marzo del año pasado el candidato de la oposición era Fiscal General de Corea del Sur. Conocido por haber dirigido la investigación que en 2017 llevó a la destitución de la entonces presidenta conservadora Park Geun-hye, el demócrata Moon Jae-in le encomendó el cargo de Fiscal general. Sin embargo nunca hubo una luna de miel entre ambos: el nuevo Fiscal general no perdió tiempo y comenzó de inmediato a apuntar contra algunos miembros del gobierno demócrata involucrados en algunos escándalos y desató una guerra de guerrillas entre la presidencia y la fiscalía. Este conflicto institucional duró hasta el año pasado, cuando Yoon renunció y decidió entrar en política.

Sus esfuerzos por defender la independencia de la institución frente a las propuestas de reforma planteadas por Moon, acercaron a Yoon al partido conservador. Se afilió el verano pasado, ganó las primarias del partido y en noviembre fue elegido candidato a la presidencia por los conservadores.

Pero ser el hombre nuevo en la política de Corea del Sur también conlleva complicaciones. Yoon no tiene experiencia política y es difícil evaluar su capacidad para administrar los asuntos públicos. Sin embargo, su programa electoral se basa en gran medida en una revisión de las políticas del gobierno de Moon, particularmente en el sector inmobiliario, cuyos precios se han descontrolado en los últimos años.

En términos de política económica, Yoon propone una inversión de las medidas del actual gobierno demócrata. Critica el enfoque excesivamente dirigista que adoptó Moon (por ejemplo, con la introducción del  Korean New Deal)) y pone el acento en el sector privado como motor de la recuperación económica post-Covid. Yoon ha prometido dejar la iniciativa a las empresas, asegurándoles apoyo financiero y normativo para innovar y crear nuevos puestos de trabajo. Con este fin, la política de aumento del salario mínimo y la reducción de las horas de la semana laboral, dos políticas adoptadas por Moon, también deberían revisarse en el sentido de una mayor flexibilidad.

Con respecto a la política energética, Yoon ya ha manifestado su escepticismo en cuanto a la posibilidad de alcanzar los objetivos de ecosostenibilidad que ha fijado el actual gobierno para 2050. Para satisfacer la creciente demanda de energía del país, Yoon dijo que quería reactivar la producción de energía nuclear, un sector que en los últimos años el gobierno demócrata parecía decidido a desmantelar.

En el tema de las políticas sociales, generó un gran debate la propuesta de eliminar el Ministerio de Igualdad de Género y Familia, al que Yoon acusa de haber profundizado las divisiones entre hombres y mujeres. La propuesta, lanzada en Facebook, se enmarca en el intenso conflicto cultural dentro de la sociedad surcoreana, animado por las posiciones de indiferencia de muchos jóvenes varones frente a las demandas del feminismo. De hecho, el partido conservador se propone construir su base electoral con los jóvenes surcoreanos de entre 20 y 30 años.

Lo llamativo, sin embargo, es que en esta campaña electoral los programas políticos nunca han estado realmente en el foco del debate público. Más que las propuestas, lo que concentró la atención fueron los argumentos, las acusaciones recíprocas y la difusión de declaraciones sensacionalistas. En cierto sentido, esta lógica electoral le hacen el juego a Yoon. Sin tener que entrar en los detalles de su programa, el candidato conservador podría disfrutar de un considerable margen de maniobra en caso de ser elegido.