En el Día Internacional de la Mujer se conoció la noticia de la muerte violenta a manos de su hermano y su tío. La joven tenía decenas de miles de seguidores en las redes sociales, donde promovía batallas en favor de los derechos y las libertades. A los 12 años su familia musulmana la obligó a casarse con un hombre del que se separó cuatro años después.
Erbil (AsiaNews) - En el Día Internacional de la Mujer llega desde el Kurdistán iraquí la noticia del asesinato de una joven de unos 20 años a manos de un familiar. Su única culpa, si así se puede llamar, es que procedía de una familia musulmana y decidió convertirse al cristianismo y adoptar un nuevo nombre: María. Lo cual confirma que el camino de la tolerancia y la convivencia en el país, aunque bien encaminado gracias a la visita del año pasado del Papa Francisco y al trabajo del patriarca de Bagdad, card. Louis Raphael Sako, siguen siendo hoy un objetivo lejano. Y ni siquiera el norte, la región kurda relativamente más tranquila, que en el pasado acogió a decenas de miles de cristianos y yazidíes (además de musulmanes) que huían del Estado Islámico, está libre de focos de violencia de matriz confesional.
La víctima -masacrada con arma blanca- se llamaba Eman Sami Maghdid, aunque desde hace tiempo usaba el nombre cristiano de "María" en las redes sociales, donde era muy popular y tenía miles de seguidores. El asesinato ocurrió el 6 de marzo pero recién ayer, Día de la Mujer, se conocieron más detalles que hacen pensar en un "castigo" de la familia por haber abandonado el islam, haberse emancipado del núcleo de origen y haber abrazado la religión cristiana, siendo por eso "culpable" de apostasía.
El crimen tuvo lugar cerca del aeropuerto internacional de Erbil, no lejos de Ankawa, un barrio de Erbil predominantemente cristiano. La habría matado su tío, con la complicidad de su hermano. En un primer momento se difundió la noticias de que los dos presuntos asesinos habían sido detenidos, pero después la policía afirmó que era uno solo (el tío). La joven era famosa por su lucha en favor de los derechos de la mujer, activismo que - junto con la conversión al cristianismo - habría decretado la "condena". La familia, en cambio, habla de "controversias" y "desacuerdos" internos.
Una fuente institucional de AsiaNews, que pidió el anonimato por razones de seguridad, explica que “después de su conversión eligió llamarse María”. Sus familiares “dicen que el cristianismo no fue el motivo del asesinato, sino que estuvo relacionado “con el hecho de que quería vivir sola, tras haber dejado, después de cuatro años, a un marido con el que la habían obligado a casarse a los 12 años y pretender ser libre”. “No quería usar el velo ni seguir las tradiciones islámicas” y esto habría armado la mano de los familiares, hasta llegar a matarla. "También dicen que el padre -continúa la fuente- es un vendedor de frutas y verduras, cuando en realidad tiene la función de imán y es una figura religiosa muy conocida dentro de la comunidad islámica".
“Encontraron el cuerpo - prosigue - atado con una cinta, tirado al costado de la carretera, con numerosas heridas de arma blanca”. María era una persona abierta, vivía con una amiga y formaba parte de un grupo que lucha por los derechos de las mujeres árabes e iraquíes. Irónicamente, su muerte se produjo precisamente cuando se celebra el Día Internacional de la Mujer, como prueba de que todavía queda por delante un camino largo y arduo en materia de derechos y respeto a la libertad de elección, también y sobre todo en un contexto como el islámico radical.
A ello se suma el castigo por la conversión: “Muchos musulmanes en estos años - confirma la fuente de AsiaNews - se han convertido al cristianismo, pero nadie habla de ese tema para no alimentar enfrentamientos y tensiones. Lo que queda de todo lo ocurrido -concluye- es la condena de importantes referentes cristianos, musulmanes y del gobierno por el homicidio”. Y todos los videos en Tik Tok donde tenía casi 50 mil seguidores y difundía mensajes de coraje, lucha y emancipación. Allí no dudaba en mostrarse fumando, vestía ropa "occidental" y acusaba: "Ser diferente, en Kurdistán, puede llevar a la muerte". Y tenía razón.