Singapur adopta políticas 'verdes' para evitar la subida de los mares
de Steve Suwannarat

La ciudad-estado está particularmente expuesta a los efectos del cambio climático, con zonas enteras en riesgo de quedar sumergidas. Las medidas a adoptar incluyen un carbon-tax, un impuesto sobre las emisiones de carbono, inversiones por 66.500 millones de euros para la reforestación de las zonas costeras y la creación de espacios verdes que incrementen la emisión de oxígeno.


Singapur (AsiaNews) - Un aumento sustancial del impuesto sobre el carbono de aquí a 2030, el compromiso de lograr cero emisiones de gases de efecto invernadero de aquí a 2050, pero también inversiones masivas para mejorar la calidad del medio ambiente mediante intervenciones en el ecosistema. Así es como Singapur se propone hacer frente a la emergencia medioambiental, que amenaza con provocar una subida del nivel de los mares con el riesgo de ver sumergido, al menos parcialmente, su territorio.  

El último informe anual del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) confirma los riesgos y reaviva el debate medioambiental. El informe, publicado a finales de febrero, dedica un amplio espacio a los riesgos para las ciudades y las infraestructuras costeras, destacando los problemas de estas zonas más vulnerables, que albergan gran parte de la población y las actividades económicas. Sólo en el sudeste asiático, las regiones costeras urbanizadas alojan actualmente a 280 millones de personas, una población que promete aumentar a  550 millones a mediados de siglo. Estas zonas también aportan el 80% del PIB total.

En este contexto, Singapur es una realidad única, ya que se trata de una ciudad-estado situada en el extremo de la península malaya, fuertemente interconectada con su interior malasio y continental, pero al mismo tiempo proyectada hacia el archipiélago indonesio y, sobre todo, abierta como pocas a las relaciones marítimas globales. Los beneficios que aporta esta posición a la riqueza del país y al bienestar de su población se encuentran en peligro, ante la amenaza combinada de la subida de las mareas, el aumento del nivel del mar y la creciente imprevisibilidad de fenómenos naturales como los monzones, los tifones y los maremotos.

Con el tiempo, Singapur ha desarrollado herramientas para gestionar las aguas interiores y protegerlas de las exteriores, al tiempo que ha retirado del mar las zonas de urbanización y desarrollo industrial. En los últimos años, todo ello ha frenado en parte las consecuencias del cambio climático, al tiempo que el país se ha situado a la cabeza de las naciones comprometidas concretamente en la lucha contra el efecto invernadero. El país está reforestando las zonas costeras y creando, en la medida de lo posible, espacios verdes que aumentan la emisión de oxígeno y la absorción de elementos nocivos, además de limitar la erosión del suelo. El costo de estas iniciativas, a desarrollar antes del año 2100, se estima en 100.000 millones de dólares singapurenses (unos 66.500 millones de euros).