En un editorial, Gulf News califica de "histórica" la visita del líder de Damasco a Dubai y Abu Dabi el pasado fin de semana. Las relaciones con el país son "fundamentales" para restablecer el orden regional, junto con la "urgente necesidad" de una presencia "árabe" en Siria. Decepción en Estados Unidos. Assad "utiliza" a los cristianos para atacar a Israel.
Damasco (AsiaNews) - Para restablecer el orden regional son “fundamentales” las relaciones con Siria y este país, desgarrado por más de una década de combates, tiene "urgente necesidad" de reforzar el papel y la presencia del mundo árabe. Así lo afirma un editorial publicado hoy por Gulf News, un diario en idioma inglés con base en Dubai, en los Emiratos Árabes Unidos (EAU), escenario del reciente viaje de Bashar al-Assad. El presidente sirio se reunió con el príncipe heredero de Abu Dabi, Mohammed bin Zayed, en una visita "histórica" y de "gran importancia" en una etapa "crítica" para el mundo árabe, como la definió el popular diario local.
Fue la primera vez que el líder de Damasco acudió a una nación árabe -y del Golfo- desde el inicio de la guerra en marzo de 2011. En el pasado y durante mucho tiempo, los Emiratos apoyaron a los grupos de milicianos, rebeldes y yihadistas opositores a Assad, hoy plenamente rehabilitado por la diplomacia regional y las monarquías del Golfo. Emiratos fue uno de los primeros países de la región -y del mundo árabe- en restablecer relaciones con el gobierno sirio, con la reapertura de la embajada en diciembre de 2018.
Las reuniones entre Assad, el vicepresidente y jeque Mohammed Bin Rashid Al Maktoum y el subjefe de las Fuerzas Armadas, el jeque Mohamed bin Zayed Al Nahyan, muestran la voluntad de los dirigentes emiratíes de "mejorar" la cooperación regional. El objetivo, explica Gulf News, es lograr la "tan necesaria estabilidad" en una región que en la última década ha estado marcada por "la volatilidad y los conflictos". El propio Bin Zayed dijo durante la cumbre que Siria es "un pilar clave del sistema de seguridad árabe" y que por eso es necesario "reforzar la cooperación". En noviembre del año pasado, Assad ya había recibido en Damasco a una delegación de altos funcionarios emiratíes, entre ellos el ministro de Asuntos Exteriores, Abdullah Bin Zayed Al Nahyan.
“Tras más de una década de conflicto civil en Siria, los EAU creen que existe una necesidad urgente y crucial de reforzar el papel árabe en ese país, un papel basado en el diálogo abierto y el compromiso constructivo para resolver el conflicto en curso", explica Gulf News. Boicotear a Siria, miembro fundador de la Liga Árabe, no ayudará a conseguir una solución pacífica a la crisis. Un fuerte papel árabe también resulta clave para preservar la unidad y la integridad territorial". Una "solución" en Siria ayudaría, en última instancia, a "realizar" la aspiración del pueblo, a "preservar" la unidad y a "salvar" la economía. Para ello, el punto de referencia será "la ONU y el proceso de Ginebra" para propiciar el diálogo entre el gobierno y la oposición y garantizar un nuevo rostro político e institucional para la nación.
Desde 2011, cuando comenzó la guerra que ha dejado más de 350.000 muertos, Assad hizo algunos viajes internacionales, pero siempre visitó naciones amigas o aliadas, como la Rusia de Vladimir Putin e Irán. Su visita a los Emiratos en los últimos días ha suscitado las críticas de Estados Unidos, que dice estar "profundamente decepcionado y perturbado" por la rehabilitación política del presidente sirio por parte de Abu Dabi.
Durante el fin de semana, el líder alauita también volvió a hablar de la cuestión cristiana, afirmando que "el desplazamiento de los cristianos es el principal objetivo" de Israel, con el pretexto de defender su supervivencia. “Debemos defender el tejido regional y sus diferentes identidades", agregó Assad, quien sostiene que es necesario luchar contra quienes "quieren una nación de un solo color". La acusación se encuentra en un mensaje que fue enviado a los participantes en un encuentro de tres días organizado por la Iglesia siria y al que asistieron destacadas personalidades del Vaticano, Siria y Oriente Medio -entre ellas el Patriarca caldeo y su homólogo maronita. En una declaración que fue retransmitida por la agencia de noticias Sana y la televisión estatal, Assad concluyó:“Los cristianos no son huéspedes en Siria, ni siquiera ciudadanos temporales, sino socios, y los requisitos para esta colaboración son el trabajo y la producción".