Seúl: tensiones entre Moon Jae-in y su sucesor, Yoon Suk-yeol
de Guido Alberto Casanova

El actual presidente y el presidente electo aún no se han reunido para coordinar el traspaso del mando, que sería en mayo. Han surgido desacuerdos sobre la posible liberación del ex jefe de Estado conservador Lee Myung-bak y sobre los nombramientos para altos cargos del Estado. El deseo de Yoon de trasladar la residencia presidencial es otro motivo de enfrentamiento.


Milán (AsiaNews) – En Corea del Sur la transición presidencial está resultando mucho más compleja de lo esperado. A pesar de que las elecciones se celebraron hace más de quince días, el presidente conservador electo Yoon Suk-yeol y el democrático Moon Jae-in aún no se han reunido, algo inédito en la historia del país. Debían encontrarse el 16 de marzo, pero horas antes de la reunión, las partes anunciaron el aplazamiento del encuentro cara a cara, alegando problemas en la fase preparatoria, pero sin brindar mayores detalles.

Teóricamente Yoon tomaría posesión de su cargo el 10 de mayo, pero los desacuerdos con la administración saliente están complicando el traspaso del mando. Durante la campaña electoral, Yoon fue muy duro con el gobierno de Moon, y sugirió que si llegaba a la presidencia abriría una investigación por corrupción contra la administración saliente. Una vez pasadas las elecciones y con la victoria conservadora, las declaraciones de Yoon a favor de un gobierno de unidad nacional dieron a entender que la confrontación política se había aplacado.

Sin embargo, la realidad es otra. Según varias indiscreciones que llegaron a la prensa surcoreana, el aplazamiento de la reunión de rito parece estar motivado por las diferencias en torno a la cuestión del ex presidente conservador Lee Myung-bak y los inminentes nombramientos de algunos cargos públicos.

Al parecer, Yoon quería pedir a Moon que indultara a Lee, quien cumple una condena de 17 años. Según el presidente electo, esta decisión complacería a su base electoral y marcaría un paso hacia la reconciliación nacional. Sin embargo, es comprensible la oposición de los demócratas de Moon ante semejante propuesta (que beneficia a los conservadores). Hay quienes especulan que se está negociando un doble indulto: el de Lee y el de un político demócrata como Kim Kyoung-soo.

El tema de los nombramientos es mucho más candente. El comité conservador a cargo de la transición habría pedido a la presidencia participar de la selección de los funcionarios que ocuparán los cargos públicos, que deben ser renovados antes de la toma de posesión del nuevo jefe de Estado. La oficina de la presidencia ha remarcado que Moon no renunciará a sus prerrogativas antes del final de su mandato, pero la vocera de Yoon explicó el interés de los conservadores en los nombramientos: "Las personas que se elegirán ahora son las que tendrán que trabajar con el nuevo presidente, no con el presidente que pronto dejará el cargo”.

Uno de los cargos públicos que están en juego es el de gobernador del banco central. El 23 de marzo, Moon nombró a Rhee Chang-yong, desatando una polémica mediática: por un lado, los conservadores acusaron a la presidencia de no haberles consultado; por su parte, la oficina presidencial afirma que el nombramiento se hizo con el consentimiento del comité de transición de Yoon.

Sin embargo, la cuestión más delicada es el traslado de la oficina presidencial, un proyecto que impulsa Yoon. El presidente electo ha anunciado que no quiere instalarse en la Casa Azul, la residencia tradicional del presidente, sino buscar una mayor proximidad a la población, trabajando desde otro edificio que ha sido identificado como la sede del Ministerio de Defensa.

Yoon pretende instalarse allí inmediatamente después de tomar posesión del cargo, lo que dificulta enormemente la labor de traslado del ministerio. Pero sobre todo, supone el riesgo de socavar el aparato de defensa nacional en un momento especialmente delicado desde el punto de vista de la seguridad en la península coreana. Moon ha criticado el proyecto por considerarlo excesivamente apresurado y se negó a desembolsar los fondos para el traslado de las oficinas.

Al día de hoy, la reunión entre el presidente saliente y el nuevo mandatario no se ha reprogramado, y el conflicto entre Yoon y Moon es cada vez más intenso.