Sinopec frena un proyecto de 500 millones de dólares con una empresa petroquímica rusa. El gobierno chino teme sanciones "secundarias" de Estados Unidos y sus aliados si ayuda al Kremlin. No hay señales de que China esté apoyando a Putin en su campaña en Ucrania.
Beijing (AsiaNews) – El gigante estatal Sinopec suspendió las negociaciones para una importante inversión en el sector petroquímico ruso y la comercialización conjunta del gas producido por Moscú. Con esta medida, la mayor refinería de Asia bloquea un proyecto de 500 millones de dólares. El motivo del giro podría ser la preocupación del gobierno chino ante posibles represalias de Estados Unidos y sus aliados contra los países que ayuden a Rusia a mitigar el impacto de las sanciones impuestas por su invasión de Ucrania.
Beijing no ha condenado abiertamente la agresión de Rusia contra Ucrania y ha subrayado en varias ocasiones que, en su opinión, las sanciones no ayudan a resolver la crisis. No obstante, los medios de comunicación estatales chinos siguen difundiendo con bombos y platillos la propaganda rusa sobre una "operación militar especial" para "desnazificar" Ucrania.
Sin embargo, en la práctica, los chinos se mueven con cautela. La semana pasada, en una reunión virtual con Xi Jinping, el presidente estadounidense Joe Biden prometió importantes consecuencias para China en caso de que intente rescatar al Kremlin con ayuda económica y militar.
Según las autoridades de EE.UU., no hay indicios de que Beijing esté apoyando a los rusos en su campaña en Ucrania. Por ejemplo, el banco central de China no ha tomado ninguna medida para apuntalar el rublo, que está en caída libre desde que entraron en vigor las sanciones occidentales. El Banco Asiático de Inversión en Infraestructuras, una criatura de China, ha suspendido los préstamos a entidades rusas.
La suspensión del acuerdo de Sinopec con Sibur, el mayor productor petroquímico de Rusia, indica que Beijing está en un compás de espera respecto al conflicto de Ucrania, cuyo desenlace aún está por verse.