¿BTS en la inauguración de Yoon? Estalla un caso sobre el k-pop en Seúl
de Guido Alberto Casanova

El equipo del nuevo presidente conservador estaría cortejando a la popular banda coreana. El tema de la exención del servicio militar obligatorio también está sobre la mesa. Pero los fans se rebelan y se oponen a la instrumentalización.

 


Seúl (AsiaNews)- La difusión mundial del K-pop es uno de los fenómenos culturales más contundentes de la última década. Y si la explosión de la industria musical surcoreana tuviera un rostro, sería sin duda el de BTS, la boy band que se ha impuesto en las clasificaciones musicales de todo el mundo. En los últimos días, sin embargo, lo que anima las discusiones de sus fans no tiene nada que ver con la música sino con la asunción del nuevo presidente conservador Yoon Suk-yeol el próximo 10 de mayo. 

En una entrevista por radio emitida el 5 de abril, el presentador le preguntó a Park Joo-sun, miembro del comité de transición que supervisa los preparativos para la ceremonia de toma de posesión, sobre la 'posible participación de BTS' y este afirmó que, en efecto, se había considerado esa posibilidad.

La declaración de Park, aunque no dio a entender ningún compromiso formal, resultaba más concreta debido a una visita previa del responsable del comité de transición, Ahn Cheol-soo, a Hybe Corp., la empresa de entretenimiento propietaria de la agencia de los BTS. Aunque el propósito del encuentro solo era intercambiar opiniones sobre lo que el nuevo gobierno puede hacer para ayudar al mundo del espectáculo, muchos habían especulado que Ahn estaba considerando la posibilidad de eximir a los 7 integrantes de la boy band de la obligación del servicio militar, que todos ellos todavía deben cumplir. Ya en 2020, una ley especial permitió a retrasar dos años el reclutamiento de los BTS, pero el mayor de ellos debería presentarse antes de diciembre de este año.

Por eso las palabras de Park en la radio fueron tomadas muy en serio por los fans, que no vieron con buenos ojos el intento de "politizar a BTS". En el sitio web de la presidencia, una petición para que no se instrumentalice al grupo recogió mas de 7.000 firmas en menos de un día. "Por favor, no intenten usar a los BTS como trofeo solo porque son estrellas mundiales", escribió el Korea Herald citando las palabras de un fan.

La reacción negativa de ARMY (el apodo con el que se conoce internacionalmente a los fanáticos de BTS) pone de manifiesto que los problemas de la política surcoreana también afectan al mundo del espectáculo. El conservador Yoon Suk-yeol ganó las elecciones presidenciales del mes pasado con una campaña electoral muy conflictiva y hostil hacia las reivindicaciones del feminismo surcoreano y hace apenas una semana el líder del partido conservador adoptó una postura muy dura contra los manifestantes por los derechos de los discapacitados. Los fans de BTS, en cambio, se reconocen en valores como la inclusión y la justicia social, diametralmente opuestos a los que propone el conservadurismo surcoreano. No es casual que en las elecciones del 9 de marzo el candidato progresista obtuviera más votos que Yoon en la franja de menores de 29 años.

Tras el contragolpe de la opinión pública, el comité de transición se apresuró a aclarar que todavía no hay planes definidos para la ceremonia de toma de posesión. La política y el entretenimiento están estrechamente vinculados y lo saben perfectamente los BTS, que en los últimos años han colaborado muchas veces con el actual presidente Moon Jae-in. Pero la distancia entre Yoon y los fans del grupo-imagen del K-pop puede ser sencillamente insalvable en el actual clima de polarización de Corea del Sur.