Manila, aumenta el desempleo, alimentado por el retorno de los migrantes
de Stefano Vecchia

Los últimos datos de la oficina de estadísticas muestran que la cifra oficial de desempleados y "subempleados" ya llega al 20% de la población. La incertidumbre política del país y las consecuencias del conflicto en Ucrania agravan la situación, mientras la crisis también está aumentando los retornos desde Macao, Tailandia y Vietnam.


Manila (AsiaNews) - Nuevos datos publicados por la Autoridad Estadística de Filipinas muestran un aumento del desempleo, que pasó de 2,93 millones de trabajadores potenciales mayores de 15 años en enero a 3,3 millones el mes siguiente. La cifra es significativa aunque aparentemente pequeña, pero confirma una tendencia creciente que ha llevado a la cifra actual desde el 2,24% en 2019 al 6,4% de la población activa.

En esta zona de "dificultad" hay que incluir a todos aquellos que - empleados a tiempo parcial o en actividades precarias - están buscando una solución más rentable o más estable. Los que entran en la clasificación de subempleados llegaron a 6,38 millones en febrero, vale decir el 14% de la población en edad productiva. Sumando a los desempleados, el área de sufrimiento laboral en conjunto supone más del 20% del total. Hubo también un aumento significativo (del 60,5 al 63,8 % en el mismo período) de los desempleados que se dedican activamente a la búsqueda de empleo, aprovechando una reapertura gradual de las actividades económicas gracias al retroceso de la pandemia.

Es difícil imaginar que las consecuencias del conflicto en Ucrania, que poco a poco también está afectando a nivel económico al sudeste asiático, puedan mejorar la situación. Además, la incertidumbre política, de cara a las elecciones presidenciales de mayo y para un gran número de cargos de todos los niveles políticos y administrativos, es probable que acentúe la realidad y la percepción de la crisis.

También influyen las dificultades de muchos trabajadores migrantes, en conjunto alrededor del 10% de los 110 millones de filipinos, que se ven envueltos en situaciones imprevistas que repercuten negativamente en su trabajo, sus derechos y su vida y la de sus familias que permanecieron en Filipinas. Un dato, limitado pero significativo, se refiere, por ejemplo, a Macao, Tailandia y Vietnam, desde donde cientos de filipinos han regresado a casa en los últimos días (mil de Bangkok solamente). Son solo los últimos de los muchos que se han visto obligados a regresar en los últimos dos años, porque quedaron sin trabajo o están agotados por las privaciones o las enfermedades (al menos tres fallecidos fueron repatriados desde Macao). Muchos siguen todavía en los países de destino, sin trabajo y a menudo al borde de la supervivencia.