160 menores palestinos en las cárceles israelíes

Desde 2015 hasta el pasado mes de marzo, las fuerzas de seguridad arrestaron a más de 9 mil menores de 18 años. Son 19 mil desde que estalló la segunda intifada. Un grupo activista denuncia abusos, violaciones y malos tratos a los jóvenes detenidos. La historia simbólica de Ahmad Manasra, arrestado a los 13 años por un ataque con arma blanca.


Jerusalén (AsiaNews) - Más de 9.000 menores palestinos fueron arrestados y detenidos por las fuerzas de seguridad israelíes entre 2015 y finales de marzo de 2022. De estos, cerca de 1300 fueron detenidos el año pasado, lo que supone un aumento del 140% con respecto a 2020, a pesar de las restricciones impuestas para contener la pandemia de Covid-19 que limitaron - en gran medida - las actividades y los desplazamientos. Ampliando el período considerado hasta el estallido de la segunda intifada (el levantamiento de al-Aqsa en septiembre de 2000), son cerca de 19.000 los jóvenes palestinos que fueron arrestados, incluyendo algunos casos de niños menores de 10 años.

Las cifras se encuentran en el informe que publicó en los últimos días el Palestinian Prisoners’ Club, con motivo del Día del Niño Palestino, que se celebra el 5 de abril. El estudio muestra que en este momento hay 160 menores palestinos detenidos en las cárceles de Ofer, Damon y Megiddo. Los activistas agregan que el arresto es una práctica común de las fuerzas de seguridad israelíes aprovechando normas del mandato británico que se enmarcan en el concepto de arresto administrativo, con detenciones indefinidas, sin juicio y sin que se presenten cargos concretos.

El mayor número de menores detenidos proviene de Jerusalén Este, pero los hay de diferentes partes de Cisjordania. Las detenciones se han acelerado desde 2015, tras las reformas introducidas a la ley de menores que redujo la edad de responsabilidad penal de los 14 a los 12 años actuales. Sin embargo ya antes, entre la primera (1987) y la segunda intifada, las detenciones de niños no eran infrecuentes.

Ra'fat Hamdouna, director del Palestinian Prisoners’ Centre for Studies, acusa a las autoridades israelíes de haber cometido decenas de violaciones de los derechos de los menores detenidos, como tortura psicológica y física, amenazas, abusos e intimidaciones, incluso con el uso de perros. Supuestamente las autoridades recurren al engaño, las falsas promesas y la crueldad. Los menores son luego juzgados en tribunales militares con leyes injustas, son sometidos a multas, confinamiento solitario, uso de la fuerza y ​cacheos hostigadores. Y firman "confesiones" en hebreo, un idioma que no entienden, como evidencia de juicios injustos y muy por debajo de los estándares internacionales.

El grupo presenta, como uno de los muchos casos extremos, la historia de Ahmad Manasra, que se considera un "ejemplo" de crueldad e injusticia y por quien miles de jóvenes palestinos salieron a las calles a manifestarse en los últimos días. Fue arrestado en 2015, cuando solo tenía 13 años, y condenado por llevar a cabo un ataque con arma blanca en el asentamiento de Psgat Ze'ev en Jerusalén Este. En la cárcel fue sometido a duros y continuos castigos, tanto psicológicos como físicos y sociales, incluyendo la prohibición de que su familia lo visitara y el bloqueo de las comunicaciones con padres y hermanos, así como largos períodos de aislamiento. A pesar del progresivo deterioro de sus condiciones de salud, los jueces israelíes rechazaron los pedidos de reducción de la condena y le negaron tratamiento médico y psicológico en centros especializados fuera de la cárcel.