Fundada en 1965, la escuela técnica del PIME ha ofrecido formación profesional a más de 3.000 jóvenes. Mecánicos, carpinteros y expertos en automación que hoy son sus mejores embajadores.
Dinajpur (AsiaNews) - Una oportunidad concreta para miles de jóvenes de las aldeas de Bangladés, que gracias a los cursos que ofrece han podido mejorar sus vidas. Esta es la experiencia de la Escuela Técnica Novara del PIME en la diócesis de Dinajpur.
Con el objetivo de ofrecer mejores salidas laborales a los jóvenes de las aldeas, fue fundada en 1965 por el padre Ercole Scolari, un sacerdote italiano de la diócesis de Novara que llegó a Suihari a principios de los años sesenta. El proyecto era construir no sólo una institución académica, sino también una escuela técnica, para ofrecer educación a niños que de otro modo quedarían confinados en la pobreza o terminarían absorbidos en mecanismos de explotación. El padre Scolari presentó su proyecto al obispo de Dinajpur, Mons. Giuseppe Obert, misionero del PIME. La estructura fue construida por el hermano Faustino Cescato en un terreno adquirido por el PIME, donde posteriormente se levantó la parroquia y la casa del instituto.
Gracias a los cursos de mecánica, reparación de automóviles, carpintería y electrotecnia que brinda la Novara Technical School, cerca de 3 mil alumnos recibieron formación profesional y pudieron cambiar sus vidas para bien. Uno de ellos, Milan Roy, cuenta a AsiaNews: “Estamos aprendiendo a construir mecanismos de motores, ventiladores, automatización... Cuando termine el curso, espero conseguir un buen trabajo en una buena empresa".
Paul Kamal Gregory, otro exalumno, fue director de una escuela técnica en Natore y ahora está jubilado: “La Escuela Técnica de Novara me brindó una educación de calidad. En más de 40 años no estuve ni un solo día desempleado”.
“Cada año 80 alumnos completan sus estudios y se incorporan al mercado laboral”, confirma Alberto Malinverno, voluntario de la Asociación de Laicos del PIME y vicedirector de la Novara Technical School. Dentro de poco se abrirá en el complejo un taller de reparación de automóviles para ofrecer un servicio a los habitantes de la zona, lo que permitirá que los alumnos hagan prácticas y al mismo tiempo sea una fuente de ingresos para financiar el centro.
“Me alegra ver que algunos egresados han abierto fábricas o tiendas en Daca y han creado nuevos puestos de trabajo”, dice Malinverno. “Además de la capacitación técnica”, explica, “les enseñamos a ser personas honestas”.
Según datos oficiales, el 5,3% de los 165 millones de habitantes de Bangladés se encuentran desempleados, y en este contexto la Novara Technical School tiene una función muy importante: “Nuestros alumnos son nuestros mejores embajadores”, concluye el voluntario.