Colombo, ante las protestas por el alto costo de vida, Rajapaksa nombra nuevo gabinete
de Melani Manel Perera

El presidente nombró a 17 nuevos ministros en un intento por calmar a los manifestantes. Ayer comenzaron las conversaciones con el Fondo Monetario Internacional para procurar formas de aliviar la crisis financiera. Cardenal Ranjith: "Pedimos a la actual leadership que dimita".


Colombo (AsiaNews) - El presidente de Sri Lanka, Gotabaya Rajapaksa, nombró a 17 nuevos ministros en un intento de aplacar las protestas de la población contra el alto costo de la vida. La oposición y los manifestantes llevan semanas pidiendo la dimisión del jefe de Estado. En paralelo, comenzaron las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional para procurar un alivio a una de las peores crisis económicas y financieras que ha sufrido el país.

"Es responsabilidad de los gobernantes escuchar la voz del pueblo. Los políticos no son los dueños del país", dijo el card. Malcolm Ranjith, arzobispo de Colombo, "Solo son custodios temporales", agregó

Desde principios de mes, grupos de manifestantes exigen la dimisión del gobierno con el lema "Gota go home". El gabinete presentó su renuncia pero Rajapaksa se niega a dejar el cargo. La oposición no quiso participar en la formación de un gobierno de unidad propuesto por el presidente: respalda a los manifestantes, y sostiene que Gotabaya Rajapaksa debe marcharse porque ha perdido el apoyo popular.

En un intento de frenar las peticiones de dimisión, los hermanos Rajapaksa han propuesto reducir los poderes presidenciales a través de una enmienda de la Constitución (cabe recordar que también Mahinda Rajapaksa, el actual primer ministro y ex presidente, se ha negado a dejar el cargo).

Las protestas pacíficas en la capital, Colombo, que atrajeron a miles de personas, fueron descritas como "fiestas en la playa" por los medios de comunicación cercanos al gobierno. La prensa estatal también insinuó que estaban financiadas por organizaciones terroristas.

"Cambiar el gabinete es como cambiar una almohadilla para el dolor de cabeza. Es la enfermedad lo que hay que curar", dijo Card. Ranjith en una rueda de prensa. "Si la actual dirigencia continúa, pedimos que dimita. Esta es la voz de la gente común en este país". La de los manifestantes "es una lucha muy justa", añadió el cardenal, "y homenajeamos a los jóvenes que se han pronunciado y han hecho varios sacrificios por ello."

"Si el gobierno o los que están en el poder intentan reprimir o sabotear este movimiento de protesta de cualquier manera, lo consideraremos un ataque a los ciudadanos de todo el país".

El card. Ranjith también dijo que el uso de la fuerza y la represión armada por parte de los que luchan es antidemocrático e inmoral: "Lo único que hay que hacer es escuchar la voz del pueblo y hacer que la ley prevalezca sobre la autoridad política".

En tanto, ayer, en Washington, comenzaron las conversaciones con el FMI, que estudiará la posibilidad de brindar una ayuda financiera rápida al país insular, según declaró el ministro de Finanzas, Ali Sabry. La organización internacional no se inclinó por conceder el préstamo, pero evaluará las garantías presentadas por el gobierno indio. Colombo necesita al menos 3.000 millones de dólares, que está tratando de obtener del FMI, del Banco Mundial y de otras naciones como India y China.

Sri Lanka ha solicitado al FMI un Instrumento de Financiamiento Rápido (RFI), que suele concederse a los países con necesidades "urgentes" debido a las fuertes subidas de los precios de las materias primas, las catástrofes naturales o los conflictos. Las reservas de divisas de Sri Lanka, ya agotadas, impiden al país comprar combustible, medicamentos y otros productos de primera necesidad.