No quieren vivir bajo el régimen de Putin, especialmente después de la invasión a Ucrania. La inmensa mayoría se dirige a Armenia, Georgia y Turquía, para luego desplazarse a Europa o Estados Unidos. Con la huida de los gigantes de la alta tecnología, Rusia podría sufrir una parálisis tecnológica.
Moscú (AsiaNews) - En la tan convulsionada crisis provocada por la invasión rusa de Ucrania, en medio de las sanciones y las consecuencias económicas para Rusia y muchos otros países, se agudiza cada vez más el tema de la emigración masiva de técnicos informáticos que no quieren vivir bajo el régimen de Putin. La guerra no es más que el último acto de una dictadura asfixiante que pretende controlar toda la vida de sus súbditos. Además, la "defensa contra las agresiones de Occidente", la justificación del Kremlin para la operación en Ucrania, identifica la red informática como uno de los principales frentes de batalla.
Desde principios de marzo, se han emitido decretos presidenciales y gubernamentales para retener a los aitišniki, los especialistas en alta tecnología. Se les ofrecen desgravaciones fiscales y exenciones para alistarse en el ejército, pero ninguna medida de alivio o castigo logra detener la huida, un éxodo que ya ha superado las 100.000 personas. La pérdida de expertos en seguridad informática es la más significativa, según el Instituto Skolkovo: casi un tercio de las empresas rusas de este sector intentan trasladar sus actividades y empleados al extranjero.
Como explica a Sibir.Realii Artem Kozljuk, director del proyecto Roskomsvoboda sobre la libertad de comunicación, los aitišniki pueden trabajar desde cualquier parte del mundo y por tanto figuran entre los perfiles más solicitados. Por otra parte, los especialistas rusos son muy valorados.. "Dudo que los expertos de primer nivel se dejen retener por los halagos patrióticos, a los que se oponen por razones morales", dice Kozljuk.
El sitio web cuenta el caso de dos aitišniki siberianos, Vasilij y su esposa Elena, que se trasladaron desde Tomsk a Ereván (Armenia) a mediados de marzo. Él programa videojuegos, y ella desarrolla sitios web.
“Durante muchos años intentamos cambiar algo en Rusia, incluso participábamos en manifestaciones callejeras y apoyábamos económicamente a los medios de comunicación más libres; pero el 24 de febrero nos dimos cuenta de que todo era inútil”.
Todos los profesionales IT trabajan con productos de empresas internacionales. Como las compañías han abandonado Rusia, es imposible mantener los estándares necesarios, incluso para los videojuegos más populares. En el último mes, los principales distribuidores de tecnología y licencias dejaron Rusia: Apple, Samsung, Nvidia, Nokia, HP, Dell, ADM, Intel y Oracle. Incluso Microsoft ha privado a los rusos de la posibilidad de comprar licencias de Windows y Office, y ha bloqueado el acceso a la plataforma de Azure Cloud.
En las oficinas y lugares de trabajo se recomienda no dañar ni romper los dispositivos tecnológicos de Apple, ya que ahora es imposible obtener legalmente piezas de repuesto. Los aitišniki tienen sueldos mucho más altos que la media, en torno a los 7.000-8.000 euros al mes, y buscan todas las salidas posibles, empezando por los países que no exigen visado a los rusos, como Armenia, Georgia y Turquía, desde donde pueden llegar a Europa o Estados Unidos. Los billetes a estos destinos se han multiplicado por 20, e incluso los precios de los alquileres e inmuebles en el Cáucaso han subido hasta 5 ó 6 veces.
Otro experto en ciberseguridad, Sergej Bakulin, explica que el éxodo de los aitišniki comenzó hace tiempo, “a partir de 2018, cuando empezaron las políticas de restricción sistemática al mundo de la información y quedó claro que la infraestructura digital quedaría obsoleta." Ya a principios de 2021, el Ministerio de Finanzas de Moscú advirtió de que faltaban hasta medio millón de especialistas y pidió que se financiara el sector con fuertes inversiones, pero lo cierto es que éstas fueron a parar al ámbito militar.