Este año, las olas de calor comenzaron en marzo; con las temperaturas extremas es imposible trabajar en las horas centrales del día. Las muertes aumentan drásticamente, y el gobierno dispone de pocos datos para hacer frente a la situación. En las ciudades, los efectos se mitigan con los acondicionadores de aire, que son parte del problema.
Milán (AsiaNews) - El mes pasado, la India registró las temperaturas más altas desde que el Departamento Meteorológico Nacional comenzó a monitorear los datos, en 1901. Las olas de calor, típicas de la época estival, comenzaron en marzo debido al cambio climático, y ya afectan a gran parte de la población india y, en particular, a algunas categorías de trabajadores. En los últimos días, se registraron temperaturas de hasta 44 grados centígrados en algunas ciudades.
Un informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) de la ONU publicado en febrero advertía de la vulnerabilidad de la India ante el calor extremo. Por ejemplo, si la temperatura de la Tierra aumentara 1,5 grados respecto a los niveles preindustriales, Calcuta afrontaría, al menos una vez al año, condiciones de calor sofocante como las que mataron a miles de personas en todo el país en 2015.
El peligro para el ser humano surge cuando las temperaturas extremas se combinan con altos niveles de humedad, lo que inhibe la capacidad natural de reducir la temperatura corporal a través del sudor. Para evaluar el impacto de estos factores, se utiliza la temperatura de bulbo húmedo, es decir, la temperatura leída en un termómetro envuelto en un paño húmedo -o, en términos técnicos, la temperatura más baja obtenida por la evaporación del agua en el aire a presión constante. Hace dos días, en Bengala Occidental y Orissa se registraron temperaturas de bulbo húmedo de 29 grados. Y el ser humano sólo puede sobrevivir unas horas al aire libre si la temperatura de bulbo húmedo supera los 35 grados.
Las muertes relacionadas con el calor extremo han aumentado drásticamente a lo largo de los años: en 2015, las olas de calor en la India dejaron 2.400 muertos; según otras cifras publicadas por el gobierno indio, de 2010 a 2019 murieron al menos 6.000 personas. Cabe mencionar que los expertos consideran que estas cifras son menores a los números reales.
El problema es particularmente grave para los trabajadores de la ciudad (donde el cemento atrapa el calor). Y afecta en particular a los sin techo, los agricultores y las personas que viven en zonas rurales, donde los tejados de los edificios suelen ser de chapa. Los sectores más pobres son los que sufren los efectos más devastadores, ya que tienen menos recursos para refrescarse o no pueden trabajar en ambientes cerrados.
El calor extremo tiene un fuerte impacto en la economía: muchos trabajadores, como los conductores de rickshaw, dicen que no pueden trabajar después de las 10 de la mañana y se ven obligados a parar y reanudar su actividad por la tarde, cuando las temperaturas bajan. En 2019, en Bihar, las autoridades locales prohibieron a los trabajadores de la construcción desempeñar tareas entre las 11 y las 16 horas durante la temporada de verano, en un intento de proteger a los empleados del sector. Según un estudio de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), de aquí a 2030 la India podría perder el 5,8% de sus horas de trabajo, lo que equivale a 34 millones de empleos a tiempo completo. En 2017, la India perdió 75.000 millones de horas de trabajo, de las cuales el 80% corresponden al sector agrícola. Y esto, en un país en el que el desempleo constituye un serio problema para las instituciones.
Muchos consideran que la respuesta del gobierno resulta inadecuada, si bien en los últimos años se han tomado algunas medidas eficaces, como las campañas de concienciación y las alertas tempranas de olas de calor inminentes. Sin embargo, es necesario invertir más en la capacidad de adaptación y en la resistencia al clima, ya que los científicos advierten que las temperaturas seguirán aumentando.
Lo cierto es que a pesar de sus declaraciones bien intencionadas durante la COP26 de Glasgow, el gobierno indio no dispone de los datos necesarios para abordar el problema. Y no solo eso: incluso ha recortado el presupuesto del Ministerio de Medio Ambiente para 2021-2022.
Según algunos estudios, la mayoría de las muertes debidas al calor extremo se producen en las zonas rurales de la India. Esto marca que a través de una adecuada adaptación socioeconómica a las altas temperaturas, podría reducirse la amenaza. Sin embargo, el uso excesivo de acondicionadores de aire podría alimentar el problema si la energía utilizada para su funcionamiento no procede de fuentes totalmente renovables. Hoy en día, el 80% de la electricidad de la India se genera con combustibles fósiles, los principales responsables del cambio climático.