La guerra entre el pasado y el futuro
de Vladimir Rozanskij

En la retórica de Putin, la guerra se puede "hacer de nuevo" si es necesario. El recuerdo de las pintadas que dejaron los soldados soviéticos en las paredes del Bundestag alemán en 1945. La invasión de Ucrania vista por los rusos como una reacción defensiva a la presión externa.

 


Moscú (AsiaNews)- Comentando los acontecimientos bélicos en Ucrania y los actos conmemorativos de la Victoria contra la Alemania nazi, la presidenta de Moldavia, Maia Sandu, citó hace pocos días dos consignas famosas relacionadas con la conclusión de la Segunda Guerra Mundial: “¿Podemos hacerlo de nuevo? No. ¿Nunca más? Sí". Muchos comentaristas en Rusia, como el escritor Dmitry Glukhovsky, el productor Alexander Rodnjansky y el senador Nikolai Fedorov, retomaron estas dos preguntas retóricas opuestas en diversos sitios web y publicaciones, incluso del estado.

"Guerra nunca más" es una frase que también han repetido los papas, empezando por Pablo VI en la Asamblea de la ONU hace muchos años. Este es el deseo con respecto al Holocausto y a las masacres más terribles, que desgraciadamente se han repetido muchas veces y también se están viendo en Ucrania. Muchos consideran que la frase es poco realista, pero es imposible dejar de confirmarla.

El "podemos hacerlo de nuevo" es un grafiti que dejó un soldado ruso anónimo en las paredes del Reichstag en 1945, y se repitió después en los días de los desfiles rusos por la victoria de 1945, donde se destaca el uso de la preposición "Za" (por), origen de la nueva "esvástica Z" de la guerra de Putin. "Por el ataque contra Moscú. Por el bombardeo de Leningrado. Por Tikhvin y Stalingrado. Recuerden y no olviden, de lo contrario podemos hacerlo de nuevo”, decía el grafiti, utilizando una forma distorsionada (podovtorit) del verbo “hacer de nuevo”, propia del dialecto del noroeste de Rusia. Se cree que ese soldado procedía precisamente de Tikhvin, en la región de Leningrado, donde en 1941 tuvo lugar una terrible batalla defensiva y después un poderoso contraataque del Ejército Rojo.

En las paredes del Reichstag los soldados rusos dejaron muchas inscripciones similares que se retomaron en las manifestaciones de estos días: "Queridos Hans y Fritz, no lo olviden, ¡y si es necesario volveremos!". O bien: “Vinimos a Berlín con la espada, para que los alemanes olviden cómo se usa”. Un poeta que había luchado en el frente, Mikhail Dudin, compuso en 1955 una canción que se hizo famosa en una película de guerra: "Que los enemigos recuerden / no amenazamos, lo decimos / los hemos perseguido por medio mundo / y si es necesario lo volveremos a hacer".

Con el tiempo, la amenaza "lo volveremos a hacer" había desaparecido gradualmente de la jerga bélica soviética, que desde los años de Khruščev se había convertido en la "lucha por la paz". Putin cerró su discurso del 9 de mayo con un "nunca más una guerra global", pero todo el discurso estaba centrado en el "si es necesario lo volveremos a hacer", es más, "tuvimos que hacerlo de nuevo por culpa de ustedes". Desde que Putin fue reelegido presidente en 2012, en los desfiles del 9 de mayo han aparecido pegatinas en los automóviles con el “podemos hacerlo de nuevo” (možem povtorit), el eslogan que se utilizó hace dos días.

La frase va acompañada por el dibujo de un hombre con una hoz y un martillo en el lugar de la cabeza que ataca a otro con una esvástica en el lugar de la cabeza, y la pegan en los automóviles rusos incluso más que la Z. Después de la anexión de Crimea en 2014 se popularizó y hoy es el símbolo de una Rusia que está decidida a afirmar su "voluntad de poder" aún más que llevar a cabo la anexión del Donbass y las costas del Mar Negro.

El conocido periodista súper putiniano Petr Akopov propuso el eslógan en 2018, calificándolo -junto con el logo- de "reacción defensiva a la presión externa de la que Rusia debe protegerse": la misma frase que usó Putin en la Plaza Roja para explicar la “operación militar especial” en Ucrania. El discurso se pronunció desde la habitual tribuna del Kremlin, pero como muchos han señalaron, este año hubo una novedad: el escenario se montó cubriendo el mausoleo de Lenin, culpable, según Putin, de haber inventado la República de Ucrania. Stalin fue quien derrotó a Hitler y en él se inspira el "ruscismo" putiniano.

Los grafiti en las paredes del Reichstag nunca se borraron. Algunos fueron cubiertos con estuco, a otros les escribieron al lado la traducción y a principios de la década de 2000 los diputados del Bundestag decidieron conservarlos. Para que no vuelva a ocurrir nunca más es necesario recordar que alguien podría hacerlo de nuevo.