Tendrá que defenderse ante el Tribunal Superior de los cargos de amenaza a la seguridad nacional y sedición. Las mismas imputaciones enfrentan seis directores y editores de su periódico Apple Daily, clausurado el año pasado. No se confirmó la noticia sobre el juicio contra el cardenal Zen para el 24 de mayo.
Hong Kong (AsiaNews) - El magnate católico pro-democracia Jimmy Lai será juzgado por amenaza a la seguridad nacional y sedición por el Tribunal Superior, que podría condenarlo a cadena perpetua. El juez del Tribunal en primera instancia de Kowloon tomó esta decisión ayer tras escuchar al fundador del Apple Daily, un periódico independiente clausurado el año pasado a raíz de una investigación de la justicia, y a seis directores y editores del periódico y de su holding Next Digital.
Hay cuatro cargos pendientes contra Lai, de 74 años: dos por conspirar con otros países o "elementos externos", uno por colusión con fuerzas extranjeras y el último por haber complotado para imprimir, publicar, vender, distribuir y reproducir publicaciones "sediciosas". Los otros acusados están esperando la sentencia por conspiración y producción de contenido sedicioso.
Mientras que violar la draconiana ley de seguridad nacional, que Beijing impuso en el verano de 2020 para ahogar al campo democrático, conlleva una pena de cadena perpetua, la pena máxima por el delito de sedición es de dos años.
Lai está en la cárcel desde diciembre de 2020. Cumple una condena por haber participado en manifestaciones no autorizadas y está siendo juzgado por fraude, acusado de utilizar ilegalmente las oficinas de Apple Daily que se encontraban en un edificio público alquilado.
Por otra parte, fuentes locales de AsiaNews no han confirmado hasta este momento la información de The Guardian, según el cual el cardenal Joseph Zen Ze-kiun comparecerá ante el juez el 24 de mayo, fiesta de María Auxiliadora y Nuestra Señora de Sheshan, y Día Mundial de Oración por la Iglesia en China. El cardenal anunció en Twitter que el 24 por la noche celebrará una misa por este motivo.
El 11 de mayo, la policía detuvo al obispo emérito de Hong Kong y lo dejó en libertad al cabo de unas horas. Sigue adelante el juicio contra él y otros tres conocidos miembros del frente pro democrático de la ciudad por la gestión del extinto Fondo 612, que hasta octubre del año pasado ayudó a miles de manifestantes prodemocráticos que participaron en las protestas de 2019. El cardenal Zen era uno de los administradores de la organización benéfica, a la que las Fuerzas del Orden acusan de "connivencia" con fuerzas extranjeras.