La mayoría de los taiwaneses dispuestos a tomar las armas contra una invasión de Beijing

Es el 61,4% según la última encuesta. Los más reticentes son los votantes del partido Kuomintang, favorable a Beijing. Sin embargo, el 68,5% espera que mejoren las relaciones con los chinos. Estados Unidos espera un ataque de China a la isla en 2030.


Taipéi (AsiaNews) - La mayoría de los taiwaneses está dispuesta a tomar las armas en caso de invasión por parte de China, según una encuesta publicada ayer por la Association of Chinese Elite Leadership. Según los resultados, el 61,4% de los encuestados (mayores de 18 años) lucharía contra los chinos en caso de ataque, mientras que el 25,1% dijo que no lo haría.

La cifra de los que están a favor de luchar desciende con respecto a los votantes del Kuomintang, un partido nacionalista pro-Beijing: el 49,8% de ellos dijo que no lucharía, una cifra similar a la de otra fuerza de la oposición, el Partido Popular de Taiwán (47,6%).

Haciendo una comparación con la resistencia de los ucranianos a la invasión rusa, varios observadores cuestionan la voluntad de los taiwaneses de hacer lo mismo para detener una posible agresión china. Otros señalan que la cifra del 61,4% es superior a la de una encuesta realizada en 2015 en Europa por WIN/Gallup International, según la cual los ucranianos decididos a enfrentarse a una acción militar de Moscú eran el 59%.

La capacidad de las Fuerzas Armadas ucranianas -y de los voluntarios civiles- para enfrentarse plenamente a un ejército tan poderoso como el ruso ha influido, con toda probabilidad, en la percepción taiwanesa del peligro chino. Sin embargo, la encuesta también dice que el 68,5% de la muestra espera que mejoren las relaciones con Beijing.

China considera a Taiwán una "provincia rebelde" y nunca ha descartado reunificarla por la fuerza. La isla es independiente de facto de Beijing desde 1949; en esa época los nacionalistas de Chiang Kai-shek se refugiaron allí tras perder la guerra civil en el continente frente a los comunistas, lo que la convirtió en heredera de la República de China fundada en 1912.

El 10 de mayo, Avril Haines, directora de los servicios de inteligencia estadounidenses, declaró en el Congreso de Washington que la amenaza de una invasión china de Taiwán para 2030 es "aguda".