Biden lanza un nuevo pacto comercial en el Indo-Pacífico para contener a China

El Indo-Pacific Economic Framework for Prosperity no es un acuerdo de libre comercio. Hasta el momento han adherido 13 países, incluyendo la India. Se centra en el cumplimiento de estándares internacionales para las inversiones en infraestructuras, cadenas de suministro y economía digital. Sin reducciones arancelarias, corre el riesgo de no funcionar. Beijing rechaza los intentos de crear divisiones y conflictos.


Tokio (AsiaNews)- No es un gran acuerdo de libre comercio. El Indo-Pacific Economic Framework for Prosperity (IPEF) vuela más bajo: es un marco de cooperación comercial entre Estados Unidos y varios países asiáticos. Se centrará principalmente en "la lucha contra el cambio climático, la protección de las cadenas de suministro globales y el comercio digital". Así lo puso de manifiesto la Casa Blanca poco después de que el presidente estadounidense Joe Biden lanzara ayer la iniciativa durante su visita a Japón.

Doce países se han sumado al IPEF, además de Estados Unidos: Australia, Brunei, India, Indonesia, Japón, Corea del Sur, Malasia, Nueva Zelanda, Filipinas, Singapur, Tailandia y Vietnam.

Con el proyecto Biden añade un pilar comercial a la estrategia estadounidense en el Indo-Pacífico, cuyo objetivo es contener el ascenso geopolítico de China y hasta ahora se había limitado a la dimensión diplomático-militar. Sin embargo, el presidente estadounidense no pudo restablecer la participación de Washington en el Trans-Pacific Partnership (Tpp, ahora CPTPP), el tratado de libre comercio del expresidente Barack Obama que Donald Trump frustró en 2017. Un gran número de demócratas y republicanos se oponen en el Congreso a abrir el mercado interno a los competitivos productos asiáticos porque temen que la economía estadounidense pierda puestos de trabajo.

Sin la reducción recíproca de las barreras comerciales y los aranceles, los críticos sostienen que los miembros asiáticos del IPEF obtendrán pocos beneficios, lo que podría hacer naufragar el proyecto. La India y los países del sudeste asiático tendrán que negociar, por ejemplo, la aceptación de estándares ambientales, sociales y laborales definidos por Estados Unidos y otros países avanzados. De lo contrario, corren el riesgo de que se les niegue el acceso a mayores inversiones en infraestructura y tecnologías estadounidenses.

Gina Raimondo, Secretaria de Comercio de EE. UU., dijo que el IPEF quiere ser una alternativa a la Belt and Road Initiative de China, que muchos observadores consideran poco transparente e insostenible. Beijing no ha mostrado interés en unirse al esquema promovido por Biden; Washington afirma que es precisamente porque el IPEF hace hincapié en el cumplimiento de ciertos estándares internacionales de inversión y por eso resulta poco atractivo a los ojos de China.

China tomó distancia de inmediato de una iniciativa que percibe como otro instrumento estadounidense para contrarrestar sus intereses en el Indo-Pacífico. A nivel militar, los chinos consideran de la misma manera al Quad y al Aukus. El primero (Cuadrilateral Security Dialogue) es un foro de discusión entre Estados Unidos, Japón, Australia e India que Beijing teme que se convierta en una "OTAN asiática". El otro es un pacto firmado en septiembre por Washington, Canberra y Londres para ayudar a los australianos a desarrollar submarinos de propulsión nuclear.

Ayer, el ministro de Relaciones Exteriores de China, Wang Yi, afirmó que Beijing ve con buenos ojos las propuestas útiles para fortalecer la cooperación regional, pero "se opone a los intentos de crear divisiones y conflictos". Precisamente para evitar tensiones con China, Washington ha excluido por el momento a Taiwán de las negociaciones del IPEF. El asesor de seguridad nacional, Jake Sullivan, señaló que Estados Unidos profundizará los lazos comerciales con Taiwán de forma bilateral.