‘Nobel del Medio Ambiente’ para el activista que salvó los rápidos del Mekong
de Steve Suwannarat

Entre los galardonados del Goldman Environmental Prize de este año se encuentra el profesor jubilado Niwat Roykaew, que ganó la batalla contra un proyecto chino en Tailandia. Habrían destruido con explosivos un grupo de escollos e islotes del gran río para permitir la navegación de un tramo de 400 kilómetros con fines comerciales y turísticos.


Bangkok (AsiaNews) - Sin haber declarado su edad, pero sí los conocidos principios que persigue con determinación, el activista tailandés Niwat Roykaew figura entre los galardonados de este año con el Goldman Environmental Prize, concedido ayer por la fundación homónima en San Francisco. Este premio también es conocido como el "Nobel Verde", y se otorga a personalidades que destacan por su compromiso ecologista y su preocupación por las poblaciones que obtienen de la naturaleza lo necesario para su subsistencia. Como todos los años, el galardón tuvo representantes de los distintos continentes: junto a Roykaew, el nigeriano Chima Williams, la holandesa Marjan Minnesma, la estadounidense Nalleli Cobo, el australiano Julien Vincent y, por América Latina, Alex Lucitante y Alexandra Narváez, que se dedican a la lucha contra la minería en las tierras indígenas de Ecuador.

Profesor durante muchos años y jubilado desde hace tiempo, Niwat -a quien sus conciudadanos llaman Kru Thi ["Maestro Thi", ndr]- se distinguió por su inflexible defensa del Mekong, el principal curso fluvial del Sudeste Asiático, que estaba amenazado por los proyectos de explotación masiva. Debido en parte a sus esfuerzos, Tailandia obtuvo la única victoria hasta ahora contra los numerosos intereses (empezando por los chinos) que se centran en la gran corriente de agua, que beneficia a decenas de millones de personas en un hábitat único y que está cada vez más en peligro. Después de veinte años de lucha se canceló en 2020 el plan chino de destruir con explosivos un grupo de escollos e islotes para permitir la navegación comercial y turística del río por el tramo de 400 kilómetros que discurre entre Tailandia y Laos. 

Al principio, las autoridades tailandesas aceptaron y apoyaron este proyecto, pero acabaron cediendo ante la presión de la opinión pública y la oposición de las organizaciones ecologistas y de las comunidades rurales.

Como se destaca en la justificación de la entrega del premio a Niwat Roykaew, "la cancelación oficial del proyecto de devastar los rápidos con explosivos marcó una rara victoria formal en una región que sufre una fuerte presión por parte de los proyectos de desarrollo, y es un reconocimiento de la fuerza colectiva de la campaña de Kru Thi". Además, "al amplificar las voces de la población local para reafirmar el valor medioambiental, social y cultural del Mekong, obligó al gobierno tailandés a prestar atención a la sociedad civil y aumentó su credibilidad ante sus propios ciudadanos".

Con la franqueza y la sencillez que lo caracterizan, Niwat acogió la noticia del premio y declaró que "si no me hubiera comprometido con esto, el río Mekong habría sido devastado al cien por cien". También recordó cómo su activismo y el de otros habían llamado la atención de la opinión pública mundial sobre los peligros a los que se enfrenta el gran río y, con él, las actividades humanas tradicionales y un hábitat de extrema variedad y valor.