Cambio en la cúpula de la diplomacia de Pyongyang y posible apertura a EEUU

Choe Son-hui, una experta en Estados Unidos, sustituye al halcón Ri Son-gwon. Atribulado por el Covid-19 y una crisis económica crónica, Kim Jong-un podría volver a jugar la carta del diálogo. Sin embargo, antes de tomar medidas concretas sobre el programa nuclear, Kim pretende una flexibilización de las sanciones impuestas por Washington y compensaciones económicas.


Seúl (AsiaNews) - El cambio de guardia en la cúpula de la diplomacia norcoreana señala una posible apertura al diálogo con Estados Unidos. Esto es lo que revela Daily NK citando fuentes de alto nivel del régimen de Kim Jong-un.

En una reciente sesión plenaria del Comité Central del Partido de los Trabajadores (en el poder desde el final de la Segunda Guerra Mundial), Kim promovió a Choe Son-hui a la dirección del Ministerio de Asuntos Exteriores. Antes del nombramiento, Choe era la vice del titular del ministerio, Ri Son-gwon.

La nueva responsable de la diplomacia norcoreana es una experta en temas de Estados Unidos. En 2018-2019, lideró las negociaciones con los estadounidenses -posteriormente estancadas- durante la administración Trump. Además, Choe es uno de los pocos cuadros del régimen que puede hablar cara a cara con Kim, sostiene Daily NK, un medio con sede en Seúl y vinculado al Ministerio de Unificación de Corea del Sur, 

Tras su caída en desgracia de 2020 por desavenencias con Ri, Choe ahora quizás deba revisar la política extremista de su predecesor respecto a Washington. Corea del Norte está aislada de la comunidad internacional (a excepción de China y, en cierta medida, Rusia) y hace años que es objeto de sanciones internacionales por su programa atómico y de misiles. A pesar de las tres cumbres y las aparentes buenas relaciones con Donald Trump, las negociaciones con Washington sobre la cuestión nuclear están estancadas desde hace tiempo.

El país se enfrenta a una crisis económica crónica, agravada por una reciente ola de contagios de Covid-19. Esto, pese a que desde que estalló la pandemia y por dos años, el régimen desmintió la existencia de casos. En este contexto, Pyongyang necesita que se reduzca la presión internacional, que ha recrudecido tras las últimas pruebas de misiles.

Bajo el liderazgo de Choe, la diplomacia norcoreana intentará que se reconozca su punto de vista en las eventuales negociaciones con Washington. Ante todo, es preciso que EE.UU. aligere las sanciones y ofrezca compensaciones económicas. Cumplido este paso, Pyongyang se dedicará a suspender las pruebas nucleares y congelar su programa atómico. Estados Unidos piensa en términos diametralmente opuestos, sin olvidar que hay que determinar el destino de las bombas atómicas que ya poseen los norcoreanos (entre 40 y 50, según el SIPRI).