Continúan los enfrentamientos fronterizos entre tayikos y kirguises
de Vladimir Rozanskij

El epicentro de la tensión es el paso de Kekh. Las partes intercambian acusaciones sobre la responsabilidad de la situación. De los 972 km de la frontera, solo 519 están oficialmente determinados y reconocidos por Dushanbe y Bishkek.


Moscú (AsiaNews) - En junio se produjeron varios enfrentamientos y tiroteos entre guardias fronterizos tayikos y kirguises en la ciudad de Kekh, a 15 kilómetros del džamoat (centro agrícola) de Vorukh, perteneciente a la ciudad tayika de Isfar; la última escaramuza tuvo lugar el 14 de junio. En Kekh solo hay estaciones fronterizas militares, y a menudo a Vorukh a menudo ni siquiera llegan los ecos de los incidentes armados, salvo para presenciar las maniobras repentinas de los nuevos despliegues de soldados en el territorio.

Un residente local, Zukhron Tešaev, cuenta a Ozody que "no podemos entender lo que está sucediendo allí, vemos que vienen nuevas unidades militares para hacerse cargo del destacamento fronterizo y nos damos cuenta de que hay nuevos enfrentamientos; antes había más negociaciones entre las dos partes, pero ahora parecen cada vez más agitados”. Los habitantes están constantemente ansiosos, cualquier ruido que se escucha fuera de casa genera preocupación y en el pueblo ya nadie puede dormir. En cada accidente, dicen los lugareños, mueren por lo menos una o dos personas. "Queremos criar a nuestros hijos, no cultivar flores para las tumbas. Que terminen con esto", dice Zukhron.

Varias personas de la zona de Vorukh han sido testigos de al menos tres enfrentamientos armados en la frontera en el último mes, donde ambas poblaciones reivindican la propiedad del paso de Kekh. Los tayikos afirman que “desde hace siglos nosotros cultivamos  la tierra y criamos los rebaños, pero también es un lugar de recreo y descanso”.

Los čabany, los pastores locales, temen la dispersión de los animales. Según otro residente local, Rufokhudža Rakhimov, "los kirguises quiere convertir esta zona en un campo de batalla y siguen trayendo a Kekh el personal de las otras 'auly' [fortalezas fronterizas] mientras con los residentes de origen kirguiso hace mucho que no teníamos ningún problema”. El enfrentamiento más sangriento tuvo lugar en abril de 2021 y desde entonces el terror no ha abandonado la vida de la gente de estas regiones.

Un analista tayiko, Nehmatullo Mirsaidov, cree que las autoridades kirguisas nunca lograron insertar la provincia fronteriza de Leilek (región de Batken) en las vías de comunicación del país y tratan de resolver sus problemas lógicos a expensas de los tayikos, invadiendo partes cada vez más grandes de los pastizales históricos de la zona de Kekh y tratando de asegurar el acceso al aguas y los pasos cruciales de las rutas.

En el último enfrentamiento perdió la vida Murodbek Makhmadkulov, de 26 años, soldado fronterizo tayiko, y el Ministerio de Relaciones Exteriores de Dushanbe declaró que "a raíz de esta injustificada agresión resultó herido el comandante de las fuerzas fronterizas tayikas en Kekh y fue trasladado al centro de urgencias de Voruj; sus estado es muy crítico”. Los kirguises afirman que fueron los tayikos quienes dispararon primero, y esta dinámica de acusaciones mutuas se repite ahora en todos los incidentes de los últimos meses.

El 3 de junio, los guardias fronterizos tayikos abrieron fuego, según testigos, cuando los soldados kirguises invadieran el territorio sin previo aviso ni justificación, ignorando todas las advertencias y órdenes de detenerse y retroceder. Los kirguises se quejan de que son más bien los tayikos los que suelen traspasar los límites, y parece que no se encuentra la manera de ponerse de acuerdo sobre el control de la carretera que une Vorukh con Isfar, donde cada curva es reclamada por ambas partes.

Los gobiernos de los dos países habían declarado que estaban establecidas las fronteras en 664 kilómetros sobre el total de 972 que comparten Tayikistán y Kirguistán, pero en realidad, solo 519 kilómetros se encuentran totalmente garantizados en este momento, mientras que todo el resto sigue en disputa.