El putinismo conquista el Hermitage
de Vladimir Rozanskij

Para el director del museo de San Petersburgo, el arte es una forma de militarismo e imperialismo.  El periodista Pavljučik le aconseja que mire las fotografías de las familias ucranianas destrozadas. Director Nevzorov: "Hoy en día en Rusia ha caído el último bastión de la decencia. El fascismo tocó a la puerta del Hermitage, y le abrieron".


Moscú (AsiaNews) - Causa estruendo, tanto en Rusia como en el exterior, una entrevista de Rossijskaja Gazeta con el director del Museo del Hermitage, Mijaíl Piotrovski. El responsable del museo explicó que las exposiciones de arte ruso en el extranjero deben organizarse como "poderosas operaciones especiales". Al fin y al cabo, dijo "todos somos militaristas e imperialistas", y la guerra no es más que "la autoafirmación de la nación". Según el "patriarca del arte" ruso, Rusia es una parte de Europa, y es Europa la que debe unirse a Rusia para conformar una nueva Unión Soviética.

En efecto, la autoridad del director del principal museo de Rusia se equipara a la del jefe de la Iglesia Ortodoxa, y sus apreciaciones no pueden ser tachadas simplemente de "propaganda putinista". Según Piotrovsky, los rusos "están estrechamente vinculados a la cultura europea y a la propia Europa, y esto no se borra con la operación militar especial en Ucrania". Recordando las numerosas guerras que han caracterizado la historia europea, asegura que "hemos sido y podemos ser más Europa que los mismos europeos, más que otras naciones europeas clásicas, y desde luego más que la Unión Europea, que cada vez se parece más a la Unión Soviética... Nunca estaremos aislados, seguiremos siendo absolutamente una parte de Europa, con los mismos derechos y el mismo valor que los demás".

El director del Hermitage ensalza el patriotismo ruso como "el sentido de la propia dignidad histórica". Y si esto no se realiza a través de la guerra, "hay muchas otras cosas que hacer, y no menos importantes, porque nuestro país está cambiando la historia mundial, y debemos ser partícipes de ella". Piotrovsky tiene 78 años, es un filólogo arabista que trabaja en el Hermitage desde 1991. Es el hijo de otro histórico director, Boris Piotrovsky, quien fue el impulsor de la grandeza del museo de 1964 a 1990. Mijaíl también fue diputado de la "Rusia Unida" de Putin, y colaboró estrechamente con el líder del Kremlin, llegando a formar parte del comité que preparó las enmiendas constitucionales aprobadas en 2020.

Aún con todas las limitaciones que rigen actualmente debido a las "purgas de Putin", que impiden cualquier forma de disidencia, no han faltado reacciones indignadas en el mundo cultural ruso, y en la opinión pública en general. El periodista Leonid Pavljučik aconsejó a Piotrovsky que mirara las fotografías de las familias ucranianas destrozadas: "El director es un hombre inteligente y capaz de grandes visiones, no tiene sentido discutir con él sobre estas declaraciones absurdas ... Espero que esas fotos también aparezcan en sus sueños, durante la noche".

El escritor Viktor Šenderovič observa que "el camino para enamorarse del ideal del Gran Hermano pasa siempre por el sufrimiento y las masacres, y suele estar acompañado de las fantasías más extremas... en Piotrovsky prevalece el instinto de supervivencia de su propio poder". Otro periodista, Viktor Mučnik, recordó que "el amor al arte no impide a nadie convertirse en caníbal... a uno de los principales organizadores de la solución final contra los judíos, el jerarca nazi Reinhard Heydrich, le encantaba tocar el violín".

El publicista Sergei Čapnin, ex colaborador del Patriarcado de Moscú, considera que la de Piotrovsky "no es una simple entrevista, sino un juramento de fidelidad, publicado en un órgano de prensa oficial". Este punto de vista, como el de muchos otros, incluyendo al Patriarca de Moscú Kirill, "ya no tiene retorno". El crítico teatral Anton Khitrov califica la entrevista de "manifiesto fascista", similar a los ya expresados por el director Konstantin Bogomolov y otros hombres de la cultura oficial. Y agrega: "es el momento de que cada uno decida quién quiere ser, la historia nos juzgará por cómo fuimos en 2022".

El conocido director de cine y presentador de televisión Aleksandr Nevzorov concluye que "hoy, en Rusia, en San Petersburgo, ha caído el último bastión de la decencia, la razón y la respetabilidad: el fascismo llamó a la puerta del Hermitage, y le abrieron".