Debido a la crisis económica, muchas personas en Sri Lanka ya no pueden permitirse ni siquiera una comida al día. Entre 600 y 700 personas acuden al comedor organizado por el pastor Geeth Chamara De Silva. Continúan las tratativas con el Fondo Monetario Internacional para obtener una primera línea de crédito.
Colombo (AsiaNews) - “Muchas personas hacen cosas terribles para saciar el hambre, otras se suicidan. Recientemente un padre se ahorcó porque no tenía con qué alimentar a sus hijos mientras una madre arrojó a su hijo al río y luego intentó suicidarse”. El relato de Geeth Chamara De Silva, pastor de la iglesia evangélica Asambleas de Dios en el suburbio de Kadawatha de la capital, es dramático. "Es esencial proporcionar alimento a los que padecen hambre: aunque sea una sola comida al día ya es un alivio para ellos".
Gracias a la ayuda de muchas personas, Geeth Chamara De Silva abrió hace un mes un comedor comunitario en los locales de la Bethany Church y en otras iglesias de la región: Rajagiriya, Negombo, Wattala, Matara, Ratnapura, Gampola, Batticaloa, Delft y Vavuniya . Entre 600 y 700 personas acuden todos los días para recibir un plato de comida.
"Como he tenido que ir hasta lugares muy alejados para servir a Dios, estuve hablando con la gente que sufre los efectos de la crisis económica y me dijeron que sobrevivían comiendo alguna fruta e hirviendo papaya. Vi lágrimas en los ojos de los padres que intentaban desesperadamente alimentar a sus hijos".
La puesta en marcha del comedor comunitario fue posible gracias a la Voice Foundation dirigida por el padre Moisés, un pastor huérfano que después del seminario decidió dedicarse a ayudar a los niños. “A través de Voice Foundation luchamos contra el abuso infantil y respondemos a las necesidades de los más vulnerables”, explicó el pastor Geeth Chamara. “Brindamos atención sanitaria mental, medicamentos y alimentos en momentos de emergencia, como tsunamis o inundaciones. El comedor comunitario es una prolongación de todo eso, para responder a las dificultades que ha creado la crisis económica”.
Todas las ayudas son bienvenidas: en WhatsApp y Facebook se publicaron los contactos para hacer donaciones. Un benefactor que prefiere permanecer en el anonimato dijo a AsiaNews que “fue un gran placer para mi esposa y para mí poder contribuir” porque “el hambre es la primera necesidad del ser humano”.
Sumithra, una de las mujeres que acude al comedor de Kadawatha, contó que tras la muerte de su nuera tenía muchas dificultades para conseguir comida: “Nuestros vecinos nos regalan algo de vez en cuando, pero cuando supe de esta oportunidad me apresuré a ir. Es una gran bendición para personas como nosotros”.
Sri Lanka se declaró en cesación de pagos a mediados de abril. El país no puede importar combustible ni artículos de primera necesidad por falta de divisas. Desde hace meses la población protesta contra el encarecimiento de la vida y pide la renuncia del presidente Gotabaya Rajapaksa. Mientras tanto, continúan las conversaciones entre las autoridades de Colombo y el Fondo Monetario Internacional para evaluar la aprobación de una línea de crédito.