Faisalabad, la asociaciĆ³n El Buen Samaritano ayuda a cristianos y musulmanes
de Shafique Khokhar

Ejaz Masih, padre de tres hijos, se endeudó y se vio obligado a cerrar su negocio. Gracias a la ayuda de la ONG pudo reabrir la tienda y abastecerla con mercadería. Rehan Farooq, el presidente: "Convertimos a los desempleados en hombres de negocios" y a los "mendigos en donantes". Junto a las "personas marginadas, pero ricas en talentos" sin importar la casta o la religión que profesan.


Faisalabad (AsiaNews) - “No tengo palabras para agradecerles lo suficiente. Estaba desempleado, no tenía nada para dar de comer a mis hijos”, pero gracias a la ayuda de la asociación 'El Buen Samaritano' pude poner en marcha un nuevo negocio”. Es un testimonio de gratitud y esperanza el de Ejaz Masih, un comerciante cristiano, padre de tres hijos y residente en Dawood Nagar, un suburbio de Faisalabad (Punjab). Poco tiempo atrás debió afrontar una crisis financiera muy grave. Tenía una tienda de frutas y verduras, pero tuvo que cerrarla por falta de fondos y se quedó sin trabajo. Estaba desesperado porque no podía pagar ni siquiera las cuotas de los niños y debía seguir endeudándose para no perder la casa.

Sin dinero ni trabajo, Ejaz Masih llamó en vano a la puerta de muchas organizaciones paquistaníes en busca de ayuda. Un día, gracias al boca a boca de algunos vecinos, se enteró del Centro de Recursos del Buen Samaritano e investigando en internet y observando algunos videos quedó impresionado por las numerosas actividades humanitarias. Tomó entonces la decisión de contactar con ellos y después programó un encuentro. El presidente Rehan Farooq le garantizó la ayuda necesaria para reabrir su negocio.

La asociación facilitó lo necesario para encontrar un espacio comercial y le proporcionó también la materia prima comprando bolsas de verduras y frutas. El importe desembolsado lo puede devolver sin intereses en el plazo de un año con pequeñas cuotas mensuales, dejando a cubierto al mismo tiempo las necesidades de la familia. "Estaba sin trabajo -dice-, ahora mi negocio está consolidado y tengo mucha materia prima para vender", y desde el principio "el negocio parece ir muy bien".

Como explica Farooq, de religión cristiana, el buen samaritano ayuda a los necesitados sin hacer distinciones de fe, casta u origen social. “Convertimos a los desempleados - dice a AsiaNews - en empresarios, a personas que piden, en donantes. Nuestra organización siempre ha estado cerca de las personas marginadas pero ricas en talentos”. El buen samaritano funciona desde hace dos años y hasta el momento ha ayudado a cerca de 30 familias con préstamos sin intereses, “y cuando nos devuelven el dinero, lo reinvertimos para ayudar a otras personas”, inspirados en los principios y valores de la caridad cristiana, tal como enseña el buen samaritano del Evangelio. “Estamos al servicio -concluye- no sólo de los cristianos sino también de los musulmanes, ayudándoles a poner en marcha pequeños negocios, y encontramos en Dios la fuerza para continuar nuestra obra”.