San Petersburgo: los liberales desafían la falsa unanimidad del consenso putiniano
de Vladimir Rozanskij

Arrestaron al diputado de la legislatura petersburguesa Aleksandr Shishilov, del partido Yabloko. Habría desacreditado a las Fuerzas Armadas que luchan en Ucrania. Muchos académicos defienden su postura. Un ejemplo de los que siguen luchando por la libertad de expresión en Rusia.


Moscú (AsiaNews) - Todo aquel que esté en desacuerdo con la línea del Kremlin es detenido o castigado, y acusado de "desacreditar a las Fuerzas Armadas". Aún así, no se logra censurar la opinión de los que se oponen a la guerra ni sus motivaciones ideológicas. Entre los últimos detenidos se encuentra un diputado de la asamblea legislativa de San Petersburgo. Se trata de Aleksandr Shishilov, profesor universitario y miembro del partido liberal Yabloko, acusado por sus publicaciones en la red social "VKontakte". El caso está causando un gran revuelo en la opinión pública.

Shishilov es una figura muy conocida, con una importante trayectoria: es un físico y matemático que participa de la vida política desde 1990, como diputado reformista de "Lensovet", el consejo comunal que funcionaba antes del colapso de la URSS. Fue director del centro político "Strategija" y miembro de varias legislaturas de la Duma de San Petersburgo. Participó también en comisiones gubernamentales de educación e investigación científica. Diplomático y activista humanitario, propuso que el Consejo honrara la muerte de los fallecidos en la guerra de Ucrania con un minuto de silencio. Una posición que difiere de la del nacionalista Zhirinovsky, que durante mucho tiempo incitó a Rusia a la guerra.

Frente a su detención y las acusaciones, Shishilov reaccionó abiertamente, denunciando una "persecución contra los liberales y los que adoptan posturas diferentes a las de los cinco partidos mayoritarios". "Como soy el líder de una minoría de la oposición, conmigo son golpeados todos los que se preocupan por la democracia y la libertad de expresión", dijo a los periodistas. Además del ultraje al difunto belicista, se lo acusa por sus críticas a la "cinta de San Jorge", un símbolo clásico del ejército ruso, hoy utilizado en la propaganda anti-ucraniana.

"Poner la esvástica de la Z putiniana en esta cinta", escribe Shishilov en las redes sociales, "es una ofensa a un símbolo de nuestro pueblo, es un descrédito". Para formular los cargos contra una figura tan destacada como Shishilov, se creó incluso una comisión académica de expertos y juristas. Al frente de la comisión está la titular de la Cátedra de Derecho Penal de San Petersburgo, Veronika Abakanova, quien destacó precisamente la "interpretación personal del símbolo de San Jorge".

Shishilov comentó que "es triste ver cómo las emociones más burdas pueden rebajar a tal punto a institutos y profesores cualificados, y que ello desemboca en el terror policial y la persecución de quien piensa diferente". Muchas figuras del mundo académico se solidarizaron con el profesor y político. Entre ellas, la historiadora Irina Levinskaya, quien criticó a la comisión de expertos por su manifiesta parcialidad e incompetencia, al tener que decidir sobre el valor histórico de un objeto simbólico.

La condena de Shishilov también estuvo motivada por el uso del término "denominada" en referencia a la operación militar especial, que fue tachado de "irónico e injurioso", lo que también provocó la reacción de literatos y filólogos que hablaron de "uso ideológico de la lingüística". Natalia Evdokimova, secretaria del Consejo de San Petersburgo para la Defensa de los Derechos Humanos, también intervino en apoyo del acusado, afirmando que "cuando una figura política y social tan competente habla de estos temas, es importante escucharla sin prejuicios".

En los últimos años, junto a Shishilov, Evdokimova ha organizado varias iniciativas en defensa de la democracia y los derechos constitucionales, incluso en apoyo del movimiento de Aleksej Navalny, denunciando en particular la violencia policial contra los manifestantes en varias ocasiones. Por su parte, otro diputado petersburgués, Boris Vyshnevsky, considera "completamente absurdas" las acusaciones contra su colega, "que siempre ha expresado sus opiniones con respeto y coherencia, sin desacreditar nunca a nadie".

Según Vyshnevsky, "estas acusaciones y procesos ridículos tienen como objetivo crear la ilusión de unanimidad en nuestro país. Y para ello hay que utilizar métodos represivos, que impidan la libre expresión de cualquier opinión distinta a la oficial". Castigar a un exponente destacado, en definitiva, sirve para intimidar al ciudadano medio, que "sólo puede callar y meter la cabeza en la arena".

Todavía no se ha establecido la fecha del proceso judicial que resolverá el caso, y Shishilov tiene la intención de hacerlo lo más público posible, para exponer la inconsistencia de la propaganda y las acusaciones engañosas. Su abogado, Leonid Krikun, ya ha empezado a difundir todos los documentos relacionados con el proceso, incluso rompiendo protocolos y prohibiciones y publicando todo a través de Facebook, a pesar de las amenazas de la Fiscalía y la policía. Quizás un resquicio de verdad y libertad de expresión ilumine el manto de plomo de las purgas de Putin.