Kayah, varicela y condiciones precarias: alerta sanitaria en campos de refugiados

En los últimos días se registraron más de 20 casos entre los niños. Hasta el momento los síntomas -fiebre, vómitos, aparición de pústulas- serían leves y ninguno de los contagiados se encuentra en estado grave. Los operadores sanitarios denuncian las malas condiciones higiénicas de los centros, que carecen de agua potable. La zona es escenario de enfrentamientos entre militares y grupos rebeldes.

 


Rangún (AsiaNews) - En los campos de refugiados del estado birmano de Kayah hay máxima alerta por las pésimas condiciones higiénicas que favorecen la propagación de epidemias (la última, en estos días, es un brote de varicela entre los niños), sumado a la falta crónica de agua potable y medicamentos. Los observadores internacionales, preocupados por una posible emergencia sanitaria, mantienen una atenta vigilancia en los centros de desplazados internos (Internally displaced persons, IDP) donde se han refugiado las poblaciones locales que huyen de la violencia entre militares y grupos rebeldes.

Según reportes de Radio Free Asia (RFA), el brote de varicela se está difundiendo con alarmante velocidad debido al agua contaminada y la falta de higiene personal de los acogidos en los centros. Los operadores humanitarios informan que más de 20 niños han contraído la enfermedad, pero los casos parecen destinados a aumentar debido a los contactos estrechos y prolongados entre los internos.

Ko Ba Nyar, portavoz de la ONG Karenni Human Rights Group (Knhrg), explicó que los niños comenzaron a mostrar los primero síntomas, como debilidad general, vómitos y fiebre, a fines del mes pasado. “[Los casos] comenzaron -agregó- en el sector occidental [de la localidad de Demoso]”. En este momento Myanmar se encuentra en la “temporada de lluvias” y es “difícil tener acceso a agua limpia y potable”. La convivencia y el hacinamiento habrían contribuido entonces a la propagación de la enfermedad.

Afortunadamente por el momento los contagios parecen provocar una enfermedad leve y ninguno de los niños afectados se encuentra en estado grave, siguió diciendo Nyar, que confirma la "estrecha vigilancia" de los campos de prófugos para evitar una mayor difusión. Por otra parte los padres "no son conscientes" de los riesgos y "estamos tratando a los niños afectados con los medicamentos disponibles en los campamentos". En los primeros casos ya se manifestaron las erupciones cutáneas características de la enfermedad en la cara, el abdomen y la espalda.

El principal campo de prófugos en la ciudad de Demoso alberga a más de 1400 personas desplazadas provenientes de 11 aldeas diferentes. Los enfermos tienen dificultades para acceder a los hospitales públicos debido al conflicto en curso entre el ejército y los movimientos armados que a menudo se oponen a las autoridades centrales y la junta golpista. Por otra parte los centros de salud del campo de refugiados no serían adecuados para hacer frente a una epidemia y contenerla. En esa zona comenzó la movilización del primer grupo armado contra la junta que con el golpe de febrero de 2021 destituyó al gobierno democrático encabezado por la Premio Nobel de la Paz Aung San Suu Kyi y arrestó a sus líderes. Desde entonces, más de la mitad de la población del estado de Kayah, cerca de 200.000 personas en total, abandonaron sus hogares debido a los combates y la represión de la junta militar.