Magway, el centro agrícola birmano amenazado por el Covid, el golpe de estado y el clima

El "cuenco de arroz" de Myanmar atraviesa una grave crisis, que hace peligrar su producción. Todos los días, unas cien personas se agolpan en la oficina de pasaportes con la esperanza de emigrar, para estudiar o trabajar. Desde el año 2020, se registran temperaturas récord con picos de 47.5 grados en Chauk. La violencia del ejército contra la población civil.


Rangún (AsiaNews/Agencias) - Magway está en jaque tras el golpe militar de febrero de 2021 -con las detenciones de los representantes del gobierno democrático presidido por Aung San Suu Kyi-, la pandemia del Covid-19 que se desató un año antes y que sigue siendo una emergencia mundial después de 30 meses y el cambio climático. Una triple amenaza que ha desatado un éxodo:  los ciudadanos birmanos huyen de Magway. A esta región, ubicada en el centro de Myanmar y la más vasta de la ex Birmania, se la suele denominar el "cuenco de arroz" del país, porque es allí donde se concentra -o se concentraba- gran parte de la producción agrícola.

En un pasado no muy lejano, allí cargaban automóviles y furgonetas con alubias, sésamo y cacahuetes para transportarlos a la capital de la región, Magwe, y al resto de la nación.  E incluso más allá. Hoy, sin embargo, los medios de transporte están abarrotados de gente con papeles en las manos, huyendo de lo que supo ser la capital agrícola, ahora ahogada por una crisis alimentaria y de empleo y una persistente falta de seguridad.

Nay Moe Swe Kyaw dirige un proyecto cuyo objetivo es distribuir comidas gratuitas a los más necesitados. Según comenta, desde que llegó la variante Omicron, hace unos seis meses, casi cien personas se dirigen a diario a la oficina de pasaportes de la ciudad con la esperanza de marcharse. Algunos quieren huir a Japón o Singapur para terminar sus estudios. Otros, menos afortunados, quieren irse a China o Tailandia para buscar trabajo.

Para esta área, el cambio climático no es una emergencia reciente: hace 10 años, el 72% de los emigrantes declararon que se marchaban por problemas relacionados con el medio ambiente. Las temperaturas aumentaron y los suelos se han vuelto más secos, lo que complica los cultivos en muchas zonas, como Magway, Mandalay y Sagaing. Desde el 2020 se registran temperaturas récord, con un pico de 47.5 grados centígrados en Chauk (en el centro de Magwe).

Zar Chi Lwin, de la aldea de Thit Gyi (Magway), confirma: "Las tierras nuestras, que antes producían al 100%, hoy cayeron a niveles de entre un 60% y un 40% por acre. Con lágrimas en los ojos, al no poder hacer frente a los gastos y pagar las deudas, su familia tuvo que vender el terreno a la mitad de su valor original y emigrar a Rangún. Muchas otras familias han tomado la misma decisión: desde su partida, en 2010,  casi el 70% de los habitantes de su pueblo se han trasladado a Tailandia. Los que se marcharon tenían entre 20 y 35 años y estaban impulsados por el deseo de encontrar mejores condiciones de vida. "Sólo quedan los ancianos; nadie en edad productiva”, dice.

Además de la crisis climática y la pandemia, el golpe militar ha dado el tiro de gracia a una situación que ya era crítica. Los habitantes de Magway, que limita con el estado de Rakhine y la zona de Mandalay, fueron de los primeros en rebelarse contra el golpe militar. Como consecuencia, sufrieron en carne propia la brutal ofensiva del ejército: los soldados quemaron aldeas enteras, cometieron violaciones, homicidios y detenciones arbitrarias de miles de personas. La situación devino crítica y provocó un aumento de los precios de las cosechas, vaciando pueblos enteros. Con el aumento de los precios de las materias primas y el combustible", concluye Nay Moe Swe Kyaw, "la gente y las pequeñas empresas se enfrentan a muchas dificultades. Cuanto más dure el golpe, peor será la situación para todos nosotros, eso es seguro".